jueves, 1 de octubre de 2020

Pentateuco

 El Pentateuco (del griego πέντε [pénte], ‘cinco’, y τεύχος [téukhos], ‘rollo’, ‘estuche’; es decir, «cinco rollos», por los estuches cilíndricos donde se guardaban enrollados los textos hebreos) es el conjunto formado por los cinco primeros libros de la Biblia, que la tradición atribuye al patriarca hebreo Moisés.

El Pentateuco es considerado canónico por todas las confesiones cristianas y forma parte de todas las Biblias.

Se corresponde con los que en la tradición hebrea forman la Torá —La Ley—, núcleo de la religión judía. Los cinco libros que lo componen son:

  1. Génesis (Bereshit [בְּרֵאשִׁית])
  2. Éxodo (Shemot [שְׁמוֹת])
  3. Levítico (Vayikrá [וַיִּקְרָא])
  4. Números (Bemidbar [בְּמִדְבַּר])
  5. Deuteronomio (Devarim [דְּבָרִים])

Está contenido a su vez en el Tanaj, el cual es considerado sagrado por todas las religiones abrahámicas (judaísmo, cristianismo e islam). No obstante lo anterior y que es uno de sus tres textos sagrados, los musulmanes creen que el texto sufrió corrupción (tahrif) por los escribas judíos y cristianos por lo que no confían del todo en él.1​ Mientras que los hebreos los nombran por la primera palabra significativa de cada uno, los cristianos han seguido tradicionalmente la nomenclatura de la versión griega de los LXX.

El Pentateuco es la base y la regulación de la vida judía, y así lo ha sido desde la propia fecha de su composición, porque explica las relaciones concretas de Dios con el mundo y el hombre. Toda persona puede encontrar en estos libros la explicación clara y simple de las razones de su existencia y su destino.

Desde el principio, los libros no solo se ocupan de responder pormenorizadamente a las preguntas que atormentan al hombre (¿De dónde salió el mundo? ¿De dónde venimos y hacia dónde vamos? ¿Por qué sufrimos y por qué morimos?), sino que resuelven preguntas más técnicas y, si se quiere, más complejas, como los porqués de la relación única de Yahveh con Israel, el Pacto, la justicia, la Ley y la tradición.

El Pentateuco, además, está lleno de promesas gloriosas: promete a Adán y Eva la redención, y también augustos hechos futuros a Noé, Abraham, Isaac y Jacob.

Lo que implica promesas genera esperanza, y es por ello que no se considera casual que el Pentateuco termine antes de la llegada de los judíos a la Tierra Prometida. Como libro de esperanza, deja las puertas abiertas a la imaginación, a la fe y a los fervores religiosos que se consumarán en los demás libros del Antiguo Testamento y para los cristianos en la venida gloriosa de Jesús.

La importancia del autor del Pentateuco fue enorme para el judaísmo, y puede resumirse en tres actividades principales:

Política[editar]

La importancia política de Moisés estriba en el hecho de haber sido el adalid y conductor de la salida de la esclavitud y de la consecución de sus objetivos de libertad y unidad. El Éxodo y Moisés están indisolublemente unidos.

Religiosa[editar]

El papel religioso de Moisés no se conoce con certeza. Fue sin duda un patriarca, pero la novedad y originalidad de la religión judía no permite establecer con seguridad si fue un sacerdote, un profeta o un teólogo.

Legislativa[editar]

Las leyes que aún hoy siguen rigiendo la vida judía parecen ser obra de Moisés, lo que le ha valido el título de “Legislador”. Las leyes que componen la segunda parte del Deuteronomio se atribuyen a su pluma en el propio libro, explicándose que en la persona del patriarca confluyen la tradición religiosa, la administración de la Alianza con Yahveh y la autoridad sobre la ética y la moral.

En el Éxodo (20-23) puede leerse el Código de la Alianza, compleja legislación que regula el Pacto entre Dios y el Hombre y que hoy la mayoría de los autores judíos y cristianos atribuye a la pluma de Moisés.

No hay comentarios:

Publicar un comentario