lunes, 19 de agosto de 2019

Sal de la esclavitud

Éxodo 14:10-14 “Y cuando Faraón se hubo acercado, los hijos de Israel alzaron sus ojos, y he aquí que los egipcios venían tras ellos; por lo que los hijos de Israel temieron en gran manera, y clamaron a Jehová. Y dijeron a Moisés: ¿No había sepulcros en Egipto, que nos has sacado para que muramos en el desierto? ¿Por qué has hecho así con nosotros, que nos has sacado de Egipto ¿No es esto lo que te hablamos en Egipto, diciendo: Déjanos servir a los egipcios? Porque mejor nos fuera servir a los egipcios, que morir nosotros en el desierto. Y Moisés dijo al pueblo: No temáis; estad firmes, y ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros; porque los egipcios que hoy habéis visto, nunca más para siempre los veréis. Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos.”
Es necesario que creamos, dejemos de ver con nuestros ojos físicos y veamos con nuestros ojos espirituales. El libro de Éxodo narra la esclavitud del pueblo de Israel por 430 años, había pasado tiempo y ya estaban acostumbrados, vivían trabajos forzosos, eran asesinados, pero dentro de esto Dios llama a Moisés para liderar la liberación de su pueblo, luego vemos el recorrido del pueblo en el desierto por 40 años hasta la tierra prometida, un recorrido que se podía hacer en 11 días, era un pueblo terco.
Muchas veces pedimos (como Israel) ser liberados de una situación y en lugar de ver una respuesta, vemos que se agrava la situación o aumenta el fuego de la prueba, pareciera que Dios no oye, dudamos de lo que Dios hace. Cuando se complican las cosas y se cierran las puertas, los que conocemos al Señor sabemos que Él permite las pruebas y a veces no entendemos.
Tenemos un Jesús que nos ha dicho que murió para libertarnos, para darnos vida  en abundancia y nos cuesta creer la promesa porque estamos en servidumbre. No sé cuál es tu esclavitud, pero Dios no te ha llamado a eso. Cuando estás bajo el yugo del faraón comenzamos a echarnos la culpa unos con otros. Cuesta asumir la posición de responsabilidad, debemos abandonar esta manera de pensar, no podemos seguir cargando culpas cuando sabemos que Él ya lo hizo.
Lo que sucede cuando estamos en esclavitud es que hacemos las cosas a nuestra manera, de acuerdo a nuestra prudencia, buscando otros consejos, no buscamos la voz del buen pastor, y es sencillo, busquemos al Señor y Él se manifestará, Él quiere tener una conversación contigo.
Ora y cree a Dios porque Él no se oculta, quiere que cuando te vengan a contar de su misericordia, puedas decir que ya sabes lo que es porque lo estás viviendo, pero para eso debes desarrollar la fe, las promesas de Dios deben obrar en tu vida, comienza a clamar, comienza a adorar, al Dios que puede abrir tu problema en dos para que pases libremente, es fe, ¿Cómo la vives?

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