Isaías 54:10 “Porque los montes se moverán, y los collados temblarán, pero no se apartará de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz se quebrantará, dijo Jehová, el que tiene misericordia de ti.”
¿A quién le agradan las promesas? Si hay algo en lo que nos gozamos son las promesas, cuando estamos angustiados, cargados, quebrantados, siempre conversamos con alguien, nos gusta sentir una mano amiga que nos apoye, con sólo oír una palabra gran parte de la carga se aligera, el problema de confiar en las promesas humanas es que son limitadas por factores de la vida humana, si hiciéramos una encuesta descubriríamos que todos hemos sido heridos por alguna promesa no cumplida, también nosotros hemos decepcionado a alguien al no cumplir una promesa.
Lo que debemos entender es que toda promesa incumplida deja un corazón roto, una confianza destruida, una persona herida, generalmente a las personas se les hace difícil confiar en una promesa por alguna experiencia pasada, mucho más cuando el punto de fidelidad que tenemos es el del mundo que nos rodea, cada quien está consciente de las mentiras que ha dicho, de lo infiel que es la condición humana, lo grave de la infidelidad no es sólo las consecuencias físicas o sociales que pueda tener sino que conlleva a incapacidad de creer en las promesas de Dios.
Como somos infieles creemos que Dios también lo es, cuando necesitamos la fidelidad de Dios recordamos nuestra infidelidad, pero con Dios es totalmente distinto, es fiel porque es amor, es eterno, su fidelidad permanece, su reino no tiene fin, es inagotable.
Necesitas sentirte amado por Dios, poner esa cargar que tienes en el Dios fiel que has conocido ¿Cómo puede ser Dios tan fiel siendo yo infiel? Porque Dios es perfecto, es único, puedes acercarte confiado, convencido de que hay una respuesta de misericordia de su parte, “Porque los montes se moverán, y los collados temblarán”, esto quiere decir que confiar no nos hace negar nuestras realidades, pero debes estar seguro de que Dios está en control de ellas.
Él no nos abandonará, hará algo bueno de tu escenario perturbador, te dice que no se apartará de ti su misericordia, su pacto es inquebrantable, podemos acercarnos confiadamente en el Señor, su gracia se derrama en medio de la adoración, no olvida las oraciones porque estás clamando a un Dios verdadero, no hay que ver nuestra condición humana, en Dios no hay sombras de variación, encarnó para morir por ti, la entregó por completo para sacarte del lodo senagoso, es el que estableció su pacto de paz y pone su Espíritu Santo en ti, nos podemos acercar confiadamente.
Si llegas a olvidarlo recuerda lo escrito en 2 Timoteo 3:13 “Si fuéremos infieles, él permanece fiel; Él no puede negarse a sí mismo.” Tenemos un padre de amor fiel que nos guía y nos restaura.
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