La importancia de perdonar al prójimo.
Textos bíblicos a comentar y analizar:
Mateo 18 . 21 -35 , Mateo 6 : 14 – 15, Mateo 18 : 35 y Gálatas 6 : 7 – 9
Parábola de los dos deudores
“Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete?
Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.
Por lo cual el reino de los cielos es semejante a un rey que quiso hacer cuentas con sus siervos.
Y comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos.
A éste, como no pudo pagar, ordenó su señor venderle, y a su mujer e hijos, y todo lo que tenía, para que se le pagase la deuda.
Entonces aquel siervo, postrado, le suplicaba, diciendo: Señor, ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo.
El señor de aquel siervo, movido a misericordia, le soltó y le perdonó la deuda.
Pero saliendo aquel siervo, halló a uno de sus consiervos, que le debía cien denarios; y asiendo de él, le ahogaba, diciendo: Págame lo que me debes.
Entonces su consiervo, postrándose a sus pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo.
Mas él no quiso, sino fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase la deuda.
Viendo sus consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho, y fueron y refirieron a su señor todo lo que había pasado.
Entonces, llamándole su señor, le dijo: Siervo malvado, toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste.
¿No debías tú también tener misericordia de tu consiervo, como yo tuve misericordia de ti?
Entonces su señor, enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía.
Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas. “
Mateo 18 . 21 -35
“Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.”
Mateo 6 : 14 – 15
“ No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.
Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.
No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.”
Gálatas 6 : 7 – 9
La enseñanza que Jesús utiliza es sobre deudas monetarias, pero esta ilustración la usa Jesús para enseñar que la persona debe perdonar a quien le ofende, para que también recibas perdón de Dios. Principalmente la enseñanza es para los seguidores de Jesús, para los cristianos que quieren seguir a Jesucristo obedeciendo sus enseñanzas y siendo como él.
Nótese que Jesús promete y advierte que si una persona no perdona a su prójimo las ofensas que le ha hecho a uno, Dios no lo perdonará.
“Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas” Mateo 18 : 35
“Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.”
Mateo 6 : 14 – 15
Quien está diciendo y asegurando esto es Jesucristo el Fiel y Verdadero, quien no puede mentir sino decir la verdad.
Cuando el cristiano no perdona a su prójimo las ofensas recibidas, es como el deudor de la parábola, quien habiendo sido perdonado, no hace igual para perdonar a otro. El cristiano que no perdona a otro incurre así en un pecado y mientras no perdone al prójimo permanece en ese pecado y con esto abre puertas legalmente a demonios para que lo opriman y ataquen.
Pero más aún si ese cristiano quien ha recibido misericordia de Dios, permanece en ese pecado sin hacer misericordia al prójimo y sin perdonarlo y llega a morir así, se encontrara con la triste realidad de que aún y habiendo nacido de nuevo, si el cristiano muere sin perdonar a otro, es decir si el cristiano muere en pecado habiendo podido decidir perdonar al prójimo, entonces el cristiano está por su propia decisión en pecado y si le llega la muerte sin tiempo para arrepentirse y perdonar entonces va al infierno.
Es decir que si el cristiano muere en el pecado de no haber perdonado las ofensas recibidas de su prójimo, entonces el cristiano prefiere no perdonar a otro, y prefiere conservar ese pecado y conservarse en ese pecado y le llega la muerte sorpresivamente entonces ese cristiano tiene que pagar por si mismo las ofensas que Dios no le puede perdonar, las ofensas cometidas contra Dios se llaman pecado y se pagan recibiendo el justo y merecido castigo de ser torturado por siempre en el lago de fuego y azufre.
Así que si como cristiano que has creído en Jesús y que has nacido de nuevo por el poder del Espíritu Santo, decides no perdonar sus ofensas a tu prójimo y así jugar y arriesgar tu eternidad, por hacerle caso a un predicador que te “asegure” y te “certifique” que no puedes perder la salvación de ninguna manera, entonces harás mal, porque tal predicador no estará para defenderte ni salvarte en el día de tu jucio, mejor hazle caso a Jesús que si sabe del tema de salvación, de vida eterna y de entrar al cielo, y obedece a Jesús y perdona sus ofensas a tu prójimo que te ofendió.
Así como en la parábola el que no perdonó al otro fue entregado a los verdugos para que pagase todo lo que debía, dice Jesús que así hará Dios con los que no perdonen al prójimo sus ofensas.
Dios no puede ser burlado como indica el pasaje en Gálatas, lo que el hombre siega eso cosecha.
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