Cuando una persona tiene conciencia de que es llamado, conciencia de esa visión espiritual y de esa conexión con Dios, es importante que aprenda a distinguir lo que es la verdadera dirección y manifestación del Espíritu Santo. Una persona que sufre una metanoia, es una persona que realmente ha sido o es dirigida por el Espíritu Santo. El problema es, lamentablemente, que a través de los tiempos se ha limitado la enseñanza de lo que es ser dirigido por el Espíritu Santo.
La gente piensa que ser dirigido por el Espíritu Santo es andar en las nubes; piensan que para saludarte tienen que darte quinientas palabras religiosas. Llegas a un lugar y te dicen: Amado siervo del Dios Todopoderoso, ¡gloria a Dios que en esta mañana te dio soplo de vida, te dio aliento y te trajo aquí para saludarme en el día de hoy! Todo esto, en vez de simplemente decir: Buenos días. La gente entra en este tipo de cosas que pintan a Cristo de una forma irreal. Han puesto a Cristo en una dimensión donde Él mismo no vivía.
Los romanos, cuando fueron a buscar a Cristo, tuvieron que pedirle a Judas que lo besara para identificarlo. ¿Qué quiere decir eso? Que Jesús estaba entre los discípulos, que era un hombre común, que había que señalarlo en medio de todos los discípulos para estar seguro de que era Él.
Cuando miras la Biblia, no puedes decir que Jesús no vivía en el espíritu, sin embargo, Jesús no presentaba todas las características que algunas personas piensan que se debe tener para entonces decir que viven en el Espíritu. Cuando una persona es llamada por Dios y tiene esta conciencia, permite la manifestación del Espíritu Santo en su vida, en su diario caminar.
¿Cómo sabes que una persona sufrió una metanoia o se ha arrepentido? Lo sabes porque está viviendo y caminando en el Espíritu Santo. Lo que pasa es que, al describir a la persona del Espíritu Santo, se eleva a una dimensión extraterrestre y se piensa que son únicamente emociones, sensaciones y que son únicamente ciertas experiencias en un momento dado.
Una de las cosas importantes dentro de una metanoia es una experiencia personal con Dios, y Dios te la puede dar, pero si aún no te la ha dado, eso no te hace un cristiano de segunda.
Muchas personas se sienten como cristianos de segunda clase porque quizá no han tenido la misma experiencia que han tenido otros con el Espíritu Santo; sin darse cuenta, intentan imitar esas experiencias, sin tomar en cuenta lo que Dios quiere hacer con cada uno de ellos. Deja que Él te dé esa experiencia personal a su tiempo, en su momento y experimentarás su libertad.
Muchas veces se celebra el carisma y los dones del Espíritu más que el fruto del espíritu, que es el carácter que todo cristiano y todo creyente debe desarrollar. Pero para experimentar una verdadera transformación, una verdaderametanoia en tu vida, es indispensable que tu carácter sea también transformado.
Cuando entregas tu vida a Dios y tienes esa transformación, no tan solo se activa la unción, no tan solo se activan tus dones, sino que tu carácter es transformado para siempre.
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