No hay situación ni problema por el cual no puedas hacer algo. Quizás no podrás calmar la tormenta, pero sí puedes caminar en medio de la tormenta, si Dios te da la orden. Cada vez que Dios da una orden, capacita a quien él ordena y da la victoria que ha prometido.
Pedro caminó sobre las aguas, pero cuando dejó de mirar a Jesús, y puso su mirada en lo que pasaba a su alrededor y lo difícil de la situación, comenzó a hundirse. Mientras más te acerques a la meta, más grandes serán las olas. Mientras más caminas hacia Dios, el camino será menos fácil. Cada paso de fe te lleva a un nuevo nivel. Cada caminar hacia tu meta no será más fácil, ejemplo lo vemos con nuestro señor Jesús. Descender del cielo a la tierra fue fácil, pero la vía dolorosa no fue fácil. Mientras más se acercaba a su meta, a la gloria, más difícil fue el camino.
¿Estás dispuesto a caminar hacia la meta, aunque no sea fácil?
Cristo le preguntó a Pedro: ¿Por qué dudas? Pero, ¿cómo hacer para que la duda no llegue y puedas llegar a la meta?
- Rehúsa ser víctima de la situación – Lo que te hace dudar es cuando aceptas la condición de víctima de los problemas. Te puedes quedar dentro del bote pensando por qué a ti te está sucediendo ese problema o decides salir de la barca y caminar hacia la meta.
- No permitas que el mundo cambie tu mirada del premio. – Hay dos maneras de ver a Goliat. Verlo como gigante o verlo como una recompensa. David no dejó que Goliat, al vociferar, lo desenfocara del premio que iba a recibir al vencerlo. El día que pienses que no hay valor ni recompensa en lo que estás haciendo, entonces, tu atención cambia, y verás los problemas más grandes. Esto trae dudas dentro de tu corazón.
- Tienes que rehusarte a pensar que no tienes propósitos en tu vida. - Decide pensar que tienes propósito de parte de Dios para tu vida. Hay valor en quien tú eres y Dios admira el acto de fe que tienes en los momentos difíciles de la vida. Enfócate en lo que Dios quiere para tu vida.
Si permaneces enfocado, mirando la meta, cuando pase la tormenta, verás a Dios como nunca antes lo habías visto. En la primera tormenta, los discípulos se preguntaron quién es este, cuando vieron a Jesús. En esta tormenta, después de Pedro haber caminado sobre las aguas, Cristo se acerca a la barca, y estos dicen: Verdaderamente, este es el Hijo de Dios.
Cada paso que has dado, en medio de ese problema, a lo único que te llevará será a darte cuenta que Dios se va a hacer más real en tu vida que nunca antes. Esta tormenta lo que va a hacer es que tu madures y, cuando llegue la próxima dificultad, estarás tranquilo porque sabes que sabes que Dios estará contigo como lo estuvo en la pasada tormenta.
Pedro, al oír a Jesús, se enfocó y comenzó a caminar sobre las aguas. Mantente escuchando su voz, a través de la palabra de Dios, en la oración, asistiendo a la iglesia, escuchando de su palabra.
Cancela en tu vida todo lo que te ha hecho creer que te vas a hundir y todo aquello que te ha desenfocado de la meta. Te levantas en victoria y fuerte en el nombre de Jesús, y tu vida será un testimonio al mundo que le sirves al Dios Todopoderoso.
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