lunes, 20 de enero de 2020

Depresión adiós!!!

"Levántate y come". (1 Reyes 19:5)

El ángel en este pasaje no le dio a Elías una visión, no le explicó las Escrituras, ni tampoco hizo nada destacable. Sencillamente, mandó a Elías que hiciese algo muy vulgar y cotidiano. Si jamás nos deprimiéramos sería señal de que no estamos vivos —sólo las cosas inertes están exentas de depresión.

Si los seres humanos no fuésemos capaces de deprimirnos, no seríamos capaces tampoco de ser felices y de exaltarnos. Hay cosas en a vida que son deprimentes; por ejemplo, todo aquello que tiene que ver con la muerte. Siempre que te examines a ti mismo, ten en cuenta la posibilidad y tendencia a la depresión.

Cuando el Espíritu de Dios viene a nosotros, no nos da visiones gloriosas, sino que nos dice que hagamos las cosas más normales que podamos concebir.
Las depresiones tienden a apartarnos de las cosas cotidianas creadas por Dios. Pero siempre que Dios interviene, Su inspiración nos conduce a realizar las cosas más naturales y sencillas —cosas en las que nunca habríamos imaginado que estaba Dios, pero que al llevarlas a cabo nos acercan a Él.

La fuerza que nos viene de esta manera es un escudo contra la depresión. Pero hemos de dar el primer paso y hacerlo bajo la dirección de Dios.

Si tratamos por nosotros mismos de vencer la de presión, sólo conseguiremos hacerla más profunda. Pero cuando el Espíritu de Dios nos lleve instintivamente a hacer algo, en aquel momento en que lo hagamos desaparecerá la depresión. Tan pronto como nos levantamos y obedecemos, entramos en un nuevo y elevado plano de vida.

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