:: La lengua es muerte o vida, veneno o medicina, según se use.
Las calumnias hieren, como una espada, la reputación de aquellos contra quienes se profieren.
Con un susurro o una mala insinuación (hasta con silencios calculados)
se dividen y quedan cortados los lazos del amor y de la amistad, y se
separan quienes han sido íntimos amigos o cercanos parientes.
En cambio, hay palabras que curan, incluso físicamente; en todo caso, pueden sanar las heridas que haya causado una lengua ponzoñosa y restaurar así la paz, al tiempo que persuade a los enemistados a que se reconcilien.
Debemos procurar que nuestras palabras sirvan de alivio y medicina a los demás; tengamos presente que de todo cuánto hacemos o decimos nos pedirá cuentas el Señor.
En cambio, hay palabras que curan, incluso físicamente; en todo caso, pueden sanar las heridas que haya causado una lengua ponzoñosa y restaurar así la paz, al tiempo que persuade a los enemistados a que se reconcilien.
Debemos procurar que nuestras palabras sirvan de alivio y medicina a los demás; tengamos presente que de todo cuánto hacemos o decimos nos pedirá cuentas el Señor.
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