miércoles, 30 de septiembre de 2015
Hoy
Hoy último día del mes de septiembre.
No olvidemos que el Rey de Reyes y Señor de Señores esta todos los días con nosotros.
Exodo 15:26
y dijo: Si oyeres atentamente la voz
de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres
oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna
enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo
soy Jehová tu sanador.
Siervos fieles
::
Como siervos fieles del Señor tengamos la seguridad que Dios está con
nosotros en todo momento. Y que Él puede hasta transformar las
maldiciones en bendiciones y utilizar el mal destinado a nosotros en
bienventuranza.
"Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados".
(Romanos 8:28).
"Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados".
(Romanos 8:28).
Salmo 91
"Los que viven al amparo del Altísimo encontrarán descanso a la sombra del Todopoderoso.
Declaro lo siguiente acerca del Señor: Solo él es mi refugio, mi lugar seguro;
él es mi Dios y en él confío.
Te rescatará de toda trampa y te protegerá de enfermedades mortales.
Con sus plumas te cubrirá y con sus alas te dará refugio.
Sus fieles promesas son tu armadura y tu protección.
No tengas miedo de los terrores de la noche ni de la flecha que se lanza en el día.
No temas a la enfermedad que acecha en la oscuridad, ni a la catástrofe que estalla al mediodía.
Aunque caigan mil a tu lado, aunque mueran diez mil a tu alrededor,
esos males no te tocarán.
Simplemente abre tus ojos y mira cómo los perversos reciben su merecido.
Si haces al Señor tu refugio y al Altísimo tu resguardo, ningún mal te conquistará; ninguna plaga se acercará a tu hogar.
Declaro lo siguiente acerca del Señor: Solo él es mi refugio, mi lugar seguro;
él es mi Dios y en él confío.
Te rescatará de toda trampa y te protegerá de enfermedades mortales.
Con sus plumas te cubrirá y con sus alas te dará refugio.
Sus fieles promesas son tu armadura y tu protección.
No tengas miedo de los terrores de la noche ni de la flecha que se lanza en el día.
No temas a la enfermedad que acecha en la oscuridad, ni a la catástrofe que estalla al mediodía.
Aunque caigan mil a tu lado, aunque mueran diez mil a tu alrededor,
esos males no te tocarán.
Simplemente abre tus ojos y mira cómo los perversos reciben su merecido.
Si haces al Señor tu refugio y al Altísimo tu resguardo, ningún mal te conquistará; ninguna plaga se acercará a tu hogar.
Pues él ordenará a sus ángeles que te protejan por donde vayas.
Te sostendrán con sus manos para que ni siquiera te lastimes el pie con
Te sostendrán con sus manos para que ni siquiera te lastimes el pie con
una piedra.
Pisotearás leones y cobras;
¡aplastarás feroces leones y serpientes bajo tus pies!
El Señor dice: «Rescataré a los que me aman;
protegeré a los que confían en mi nombre.
Cuando me llamen, yo les responderé;
estaré con ellos en medio de las dificultades.
Los rescataré y los honraré.
Los recompensaré con una larga vida y les daré mi salvación».
¡aplastarás feroces leones y serpientes bajo tus pies!
El Señor dice: «Rescataré a los que me aman;
protegeré a los que confían en mi nombre.
Cuando me llamen, yo les responderé;
estaré con ellos en medio de las dificultades.
Los rescataré y los honraré.
Los recompensaré con una larga vida y les daré mi salvación».
La lengua
:: La lengua es muerte o vida, veneno o medicina, según se use.
Las calumnias hieren, como una espada, la reputación de aquellos contra quienes se profieren.
Con un susurro o una mala insinuación (hasta con silencios calculados)
se dividen y quedan cortados los lazos del amor y de la amistad, y se
separan quienes han sido íntimos amigos o cercanos parientes.
En cambio, hay palabras que curan, incluso físicamente; en todo caso, pueden sanar las heridas que haya causado una lengua ponzoñosa y restaurar así la paz, al tiempo que persuade a los enemistados a que se reconcilien.
Debemos procurar que nuestras palabras sirvan de alivio y medicina a los demás; tengamos presente que de todo cuánto hacemos o decimos nos pedirá cuentas el Señor.
En cambio, hay palabras que curan, incluso físicamente; en todo caso, pueden sanar las heridas que haya causado una lengua ponzoñosa y restaurar así la paz, al tiempo que persuade a los enemistados a que se reconcilien.
Debemos procurar que nuestras palabras sirvan de alivio y medicina a los demás; tengamos presente que de todo cuánto hacemos o decimos nos pedirá cuentas el Señor.
jueves, 24 de septiembre de 2015
Confía
Dios no te da una cruz o una carga que no puedas llevar... CONFÍA ! No estás solo...
Dale gracias a Dios por las pruebas que te manda,
esas pruebas son las que te han fortalecido
y lo seguirán haciendo y un día serás fuerte como un roble !...
esas pruebas son las que te han fortalecido
y lo seguirán haciendo y un día serás fuerte como un roble !...
Dios no te da una carga más pesada
de lo que puedas soportar...
de lo que puedas soportar...
Todos tenemos una cruz, acepta la tuya con paz
recordando siempre que no estás solo...
En cada paso que das Él contigo está...
recordando siempre que no estás solo...
En cada paso que das Él contigo está...
Aunque el panorama se vea oscuro,
aunque sientas desfallecer,
recuerda que no hay nada que juntos
TÚ y ÉL no podrán soportar...
aunque sientas desfallecer,
recuerda que no hay nada que juntos
TÚ y ÉL no podrán soportar...
La recompensa vendrá pronto!...
Tú lo verás !.....
Cuando ores y hables con Él,
no le pidas una carga ligera para tus hombros,
pídele mejor unos hombros fuertes para soportar la carga y...
Tú lo verás !.....
Cuando ores y hables con Él,
no le pidas una carga ligera para tus hombros,
pídele mejor unos hombros fuertes para soportar la carga y...
CONFÍA!!!... Él contigo está, no estás solo...
y tu recompensa la verán tus ojos algún día!
y tu recompensa la verán tus ojos algún día!
Sanación
Sanación emocional
1. Pasa tiempo en oración y pídele al Señor que te muestre si hay
heridas emocionales sin resolver que estén causando problemas a tu
salud. Si el Señor trae a tu mente a alguien que te ha lastimado, pide
al Espíritu Santo que te devuelva la plenitud de tus emociones
reprimidas, de modo que puedas ser liberado.
2. Después de que hayas identificado un acontecimiento
doloroso que necesita ser sanado, trata de separar esa situación de
cualquier otra cosa que te haya ocurrido. Por ejemplo, en lugar de
tratar muchos años de abuso emocional a la vez, intenta aislar una
experiencia y sigue trabajando en ese problema hasta que sea resuelto.
3. Comienza este ejercicio con mucha oración y meditación. Encuentra un
lugar donde puedas estar a solas con Dios. Asegúrate de tener
suficientes pañuelos y los materiales necesarios para escribir.
4.
Visualiza en tu mente a la persona que te hirió. Imagínate que esta
persona puede escuchar todo lo que le vas a decir. Si la persona ha
fallecido, imagínatela en el cielo de pie al lado de Jesús.
5.
Comienza escribiendo la carta con estas palabras: ¡Estoy enojado porque
me heriste! Dí a esa persona todas las formas en que te hirió con sus
acciones descuidadas e irrespetuosas. Continúa escribiendo las
siguientes palabras: Estoy enojado. Escríbelas una y otra vez. Expresa
todo tu enojo en el papel. No te preocupes por la ortografía o la
gramática. Simplemente expresa todo lo que necesita ser dicho.
6.
Después de expresar todo tu enojo, continúa con los temores que hayas
experimentado. ¿Cómo afectó tu vida esta persona? Describe cómo las
consecuencias del comportamiento descuidado de esa persona han influido
en tus relaciones hasta el presente.
7. Después de que hayas
expresado los temores o los sentimientos de culpabilidad, presta
atención a tu tristeza. Dí a esa persona lo que querías que hubiese
ocurrido pero que no sucedió. Si le estás escribiendo a tu papá, díle:
Estoy triste porque quería que tuviéramos una mejor relación. Quería que
me trataras como un hijo/a amado/a. Quería tu amor y tu apoyo.
8.
Concluye tu carta con cualquier otra cosa que quisieras decir a esa
persona, y a continuación comienza una nueva carta visualizando a la
persona que te hirió en un estado de sanación total. Imagínatela en el
cielo de pie al lado de Jesús. Imagina a esa persona llena del amor de
Dios y, debido a que está llena del amor divino, permítele que te
ofrezca disculpas.
9. Comienza tu carta de perdón diciendo: Siento
haberte herido. Tú no merecías haber sido tratado así. Lo siento. Por
favor, perdóname. Luego escribe todas las palabras amorosas que
necesitas escuchar.
10. Concluye tu carta de perdón con una oración.
Deposita a la persona que te hirió en las manos del Señor, y pídele que
te limpie de toda negatividad que hayas adquirido al aceptar el abuso
de esa persona. Entrega a esta persona al Señor, y si fuere apropiado,
pide a Jesús que rompa toda atadura perjudicial del alma.
11.
Permítele a Jesús hablarte a través de una carta final. Acepta el amor
de Dios y su perdón. Permite que el amor y el perdón del Señor fluyan en
tu corazón y lo limpien de todas las maldiciones, resentimiento y
negatividad.
12. Pídele al Señor que te muestre si hay otra cosa de
la que necesitas ser liberado. Déjate caer en los brazos del Señor y sé
libre para siempre; libre para ser el hijo de Dios que el Señor quería
que tú fueras desde un principio.
miércoles, 23 de septiembre de 2015
Salida
DIOS te da la SALIDA
Sentirse deprimido, angustiados,
fracasados es una reacción natural de la vida, el cambio para actuar y
volver a sentir felicidad comienza tomando conciencia de si mismo,
haciéndonos cargo de lo que sentimos y dándonos cuenta en donde estamos.
Si te atreves a pedir ayuda ante una situación difícil encontrarás la
salida.
Las crisis representan oportunidades para sacar el
potencial en medio del dolor, representan oportunidades para poder
reflexionar, pero también hay peligro si la persona se paraliza y no sabe que hacer, puedes elegir quedarte en esa situación o modificarla.
Tienes que reconstruir lo vivido, luego aceptar lo sucedido y por
último poder expresar lo que sentimos y accionar. Nada ocurre, todo
sigue igual, hasta que tú provocas que suceda.
Dios quiere que alcances bendición, y aunque pareciera que no das mas, seguí avanzando, no frenes tu vida, seguí, porque El no solamente te da la salida, sino que la bendición es mucho más grande de lo que puedes imaginar.
Dios quiere que alcances bendición, y aunque pareciera que no das mas, seguí avanzando, no frenes tu vida, seguí, porque El no solamente te da la salida, sino que la bendición es mucho más grande de lo que puedes imaginar.
martes, 22 de septiembre de 2015
Tiempo
No importa cuánto dinero tengas, no podrás comprar tiempo. Si supieras que tu vida está a punto de terminar, y tuvieras todo el dinero del mundo, y quisieras comprar un día adicional de vida, no tendrías para comprarlo. La Biblia dice, en Mateo 6:27: ¿Y quién de vosotros, por ansioso que esté, puede añadir una hora al curso de su vida? No existe la manera de comprarle una hora 25 al día, porque el día solo tiene 24 horas. Nuestro tiempo está destinado por el Señor.
No puedes comprar el tiempo, y el tiempo que se ha perdido no lo puedes recuperar. Por más dinero que tengas en el mundo, por más habilidades, por más talentos, por más espíritu, por más unción que tengas, tú no puedes regresar a tener diez años. Tú no puedes regresar a ser un bebé, no puedes regresar a kínder con los niños que duermen una hora todas las tardes.
¿Qué puedes hacer con el tiempo? Puedes invertir en el tiempo. Cuando permites que el Espíritu Santo te ministre acerca de tu tiempo y te explique cuándo es el momento para cada cosa, te lleve al lugar correcto, en la hora correcta, tu tiempo producirá resultados. No importa en qué momento de tu vida te encuentres, al fin y al cabo, todo es cuestión de tiempo; y el tiempo revela todas las cosas.
El tiempo siempre va a revelar lo que está oculto. Lo que hagas hoy en lo oculto, pensando que nadie lo va a saber, con el tiempo se sabrá. De la misma manera, si han sido injustos contigo, si te han juzgado mal, no te preocupes porque, en su tiempo, el Espíritu Santo lo va a revelar. Una de las cosas que tienes que entender es que el Espíritu Santo es el maestro del tiempo. Él trabaja con tu tiempo, él te indica cuál es tu tiempo, él te deja saber cuál es tu tiempo, cuál es tu momento, y cuál es tu hora.
El Espíritu Santo te revela el tiempo específico de tu destino. El Espíritu Santo te va a revelar para quién has sido llamado, el lugar en específico donde tú has de ser de bendición. El Espíritu santo te va a revelar el tiempo de tu llamado.
viernes, 18 de septiembre de 2015
Salmo 91:3
El te librará del lazo del cazador… Salmos 91:3
De todas las descripciones que el salmista pudiera dar para demostrar la protección y el cuidado que Dios tiene para nosotros, escoge esta. El lazo del cazador es una trampa que se tiende con toda la intención de hacer caer una presa. Y es que, entre las cosas de las que Dios te va a cuidar, te va a librar del lazo del cazador. Dios te va a librar de toda trampa que han querido hacer para que tú caigas.
El lazo del cazador lo que demuestra es la intención de capturar una presa, de detener algo. El cazador sale a buscar su presa, se prepara, planifica, escoge la carnada, el lugar donde va a tender la trampa, tiene paciencia para que esa presa caiga. Y así nos pasa en la vida. Hay trampas que han sido puestas para detenernos; hay personas que han tendido trampas para hacerte caer y detenerte espiritualmente, financieramente, emocionalmente.
El Espíritu Santo quiere cuidarte de todas esas trampas.
Cuando, en medio de una guerra, un ejército va a entrar en un territorio, aunque ese territorio haya sido desolado, tiene que tener cuidado dónde pisa, porque lo más probable es que el suelo esté minado. Un paso en falso, puede costarle la vida a un soldado. Lo que el ejército hace en estos casos es llevar tanques de guerra. Cuando uno de estos tanques pasa, deja dos líneas, dos marcas. Sobre esas dos marcas es que, entonces, se camina porque, si un tanque que pesa toneladas pasó y no hubo explosión, es porque no hay nada en esos lugares que vaya a explotar. Se sigue esas dos marcas porque por allí pasó uno que era capaz de aguantar cualquier explosión, abriendo camino para que otros pasaran por ese lugar. El mayor miedo de un soldado es caminar, porque no sabe lo que se va a encontrar. Pero, cuando viene el tanque, abre camino, y ahora pueden caminar confiados. Esto es lo que ha hecho Dios en nuestras vidas. Aun si el enemigo ha plantado algo para destruir a algún soldado, ya hubo uno que pasó y abrió camino para que los demás podamos pasar seguros.
No hace falta que el enemigo ocupe la aldea para ser una amenaza para el ejército porque, a veces, se deja detrás ciertas trampas para detenerte. Hay gente que, en su caminar en la vida, te han dejado ciertos lazos en ciertos lugares que, cuando has pisado, no te habías dado cuenta, pero había una bomba. En el mundo donde vivimos, vivimos con tantas inseguridades porque hemos caminado por tantos sitios y no sabemos qué va a explotar, qué va a pasar, qué va a ocurrir, qué nueva trampa van a hacer, quién nos va a engañar, qué nos habrán puesto en el camino. Pero el Señor dice que él te librará del lazo del cazador.
El lazo del cazador representa aquello que te ha tomado en contra de tu voluntad. Tú entras a la habitación de Dios por tu propia voluntad, pero el lazo del cazador te agarra, te detiene y te paraliza, tomándote por sorpresa y en contra de tu voluntad, removiendo toda esperanza de tu vida. Es cuando, de momento, en tu caminar, hay cosas que lo que han hecho es remover toda esperanza de posibilidad en tu vida; son aquellas cosas engañosas que paralizan nuestra vida.
Pero la promesa de Dios es que, aunque es verdad que tú no puedes escoger cuántas trampas van a poner en tu vida, cuántos lazos de cazador van a poner en tu camino, la gente que te va a querer engañar, los problemas que van a pasar; sí puedes escoger habitar al abrigo del Altísimo. Y es eso lo que te da la seguridad de que puedes caminar en esta tierra. No es que no vaya a haber un lazo de cazador, una trampa que va a tratar de tomar tu vida, pero sí puedes estar seguro que hay alguien, que es el Dios Todopoderoso que, como tanque de guerra, va a abrirte camino, y tú vas a poder caminar seguro. No sabes lo que hay a la derecha o la izquierda de las marcas, pero, por donde él ha caminado, tú puedes dar pasos seguros. Hay un tanque delante de ti abriéndote camino y, mientras tú permanezcas en ese camino, tu vida va a estar segura.
Puedes caminar en esta vida con seguridad, no porque no haya cazadores allá afuera, sino porque hay un Dios Todopoderoso que ha dicho que él te va a librar del lazo del cazador. Con toda intención han querido atraparte, y con todo el poder de Dios, él te va a librar de cada una de ellas.
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