miércoles, 26 de febrero de 2014

Viene lo nuevo!!!

Lagrimas

Informar y transformar

Misericordia

Hay personas que responsabilizan a sus padres por sus fracasos. Aunque sí existe la influencia paternal y maternal en nosotros, es importante que entendamos lo que dice la palabra con relación a esto.
Dice en Éxodo 20:5, que Dios visita la maldad de los hijos sobre los padres, hasta la tercera y cuarta generación de los que le aborrecen. Pero, en el verso 6, Dios dice: Y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.
Según esta escritura, hay un grupo que está bajo las consecuencias de los errores, de las decisiones de sus padres; pero hay un grupo que alcanza misericordia. Para ti no debe aplicar el verso 5, sino el 6. Tú debes estar en los que alcanzan misericordia ante Dios.
¿Quiere esto decir que Dios hace a los hijos responsables de las decisiones de sus padres? No. Con este principio, Dios no está diciendo que él va a hacer que tus hijos paguen por las cosas que tú hiciste; o que te va a hacer pagar a ti por los errores de tus padres, tus abuelos y bisabuelos. Esto no quiere decir que tengas que luchar con los errores de otros y que Dios se vaya a desquitar contigo lo que tus generaciones pasadas hicieron. Ese no es el Dios al que le servimos.
Entonces, ¿por qué tercera y cuarta generación? Cuando Dios dice que visita la tercera y cuarta generación es porque un hombre, por lo general, puede ver hasta la segunda, tercera y cuarta generación. Y Dios dice: Si no te arrepientes, tú vas a ver lo que va a pasar hasta la segunda, tercera y cuarta generación.
El verdadero dolor de una persona es por sus generaciones. Aquellos que tienen hijos, nietos, pueden identificarse con esto. Lo que les pasa a ellos, lo sufren. Y Dios dice, no que él vaya a desquitarse con tus generaciones, sino que tus decisiones afectan tus generaciones, y tú lo vas a ver. Aquellos que pecan, si no se arrepienten, si no alcanzan misericordia, si no buscan misericordia, verán cómo sus decisiones afectan a la tercera y cuarta generación. Y no hay peor paga de un pecado, que ver cómo tus hijos y tus nietos viven las consecuencias de tus malas decisiones.
Tú no fuiste llamado para vivir para una sola generación. Dentro de ti hay generaciones completas. Dentro de ti hay naciones completas. Tus hijos son herencia de Dios, son un privilegio que Dios te ha dado, y tus decisiones hoy están marcando sus vidas.
Si cometiste algún error, ten la capacidad, la valentía de enmendarlo, de hacerlo mejor, de tomar nuevas decisiones para liberar el corazón de esos jóvenes y puedan saber quiénes son en Cristo Jesús. Los enemigos que te ha tocado a ti enfrentar, tienes que destruirlos porque, de lo contrario, tus hijos tendrán que pelear contra ellos. Cada generación debe pelear sus propias batallas, porque no hay recompensa en pelear los enemigos del pasado.

martes, 25 de febrero de 2014

FE

Dios

Mano de Dios

Nuevo...

Cosechar y sembrar

Mujer valiosa

Nunca

11 reglas

Discurso de Bill Gates: Las 11 Reglas de la Vida que tus Hijos no Aprenderán en el Colegio


Bill Gates volvió recientemente a su antiguo instituto a dar un discurso a los alumnos, y entre todas las cosas que les dijo recalcó 11 reglas de vida para que tuvieran en cuenta los chicos:

Regla Uno - La vida no es justa, acostúmbrate a ello.

Regla Dos - Al mundo no le importará tu autoestima. El mundo esperará que logres algo, independientemente de que te sientas bien o no contigo mismo.

Regla Tres - No ganarás US$5.000 mensuales justo después de haber salido de la escuela, y no serás el vicepresidente de una empresa, con coche gratis, hasta que hayas terminado el instituto, estudiado y trabajado mucho.

Regla Cuatro - Si piensas que tu profesor es duro, espera a que tengas un jefe. Ese sí que no tendrá vocación de enseñanza ni la paciencia requerida.

Regla Cinco - Dedicarse a voltear hamburguesas no te quita dignidad. Tus abuelos tenían una palabra diferente para describirlo: le llamaban oportunidad.

Regla Seis - Si metes la pata, no es culpa de tus padres, así que no lloriquees por tus errores; aprende de ellos.

Regla Siete - Antes de que nacieras, tus padres no eran tan aburridos como lo son ahora. Ellos empezaron a serlo por pagar tus cuentas, lavar tu ropa sucia y escucharte hablar acerca de lo “super” que eres y lo pesados que son ellos. Así que antes de emprender tu lucha por las selvas vírgenes, contaminadas por la generación de tus padres, inicia el camino limpiando las cosas de tu propia vida, empezando por tu habitación, escritorio, armario y closet.

Regla Ocho - En la escuela puede haberse eliminado la diferencia entre ganadores y perdedores, pero en la vida real no. En algunas escuelas ya no se pierden años lectivos y te dan las oportunidades que necesitas para encontrar la respuesta correcta en tus exámenes y para que tus tareas sean cada vez más fáciles. Eso no tiene ninguna semejanza con la vida real.

Regla Nueve - La vida no se divide en semestres. No tendrás vacaciones de verano largas en lugares lejanos y muy pocos jefes se interesarán en ayudarte a que te encuentres a ti mismo. Todo esto tendrás que hacerlo en tu tiempo libre.

Regla Diez - La televisión no es la vida real. En la vida cotidiana, la gente de verdad tiene que salir del café de la película para irse a trabajar.

Regla Once - Sé amable con los "NERDS" (los más aplicados de tu clase). Existen muchas probabilidades de que termines trabajando para uno de ellos.

Salmos 71:18

Lengua

Números 6:25-26

Gracias Dios

Adversidad

Esperar

Generación con proposito

Una generación como Esaú es aquella que vive errante toda su vida, buscando satisfacción en aquello que puede alcanzar por sus propias fuerzas.
Algunos estudiosos de la biblia dicen que Esaú siempre estaba en el campo, fuera de su casa, a distancia, porque era un hombre que se dedicaba a la caza.  Tenía que matar y luchar para comer.  Jacob, su hermano gemelo, se crió dentro de la casa de sus padres y solamente criaba para poder comer.  Un hijo que se crió escuchando a su madre decirle que él era el escogido de Dios, como se lo había dicho cuando los tenía en el vientre.  Cuando su padre fue a dar la bendición, Esaú llegó tarde, pues se encontraba fuera de la casa.
Lamentablemente, hoy día también hay personas, generaciones, que se encuentran como Esaú.  No se criaron en la casa de Dios, sino que tenían que luchar y sacrificarse afuera para poder comer y vivir y, cuando llegan a la casa no tienen alguien que les diga quiénes son y lo que Dios quiere hacer con ellos.  No importa si cazas el venado más grande, si cuando regresas a tu casa no hay quién te diga quién eres, sino que hay un vacío en el interior y continúas buscando a alguien que te bendiga.
No podemos negar esta realidad, pero hoy en día Dios te ha traído a la casa para bendecirte, decirte quién tú eres y lo que quiere hacer contigo.  No importa cómo hayas llegado a la casa de Dios, hay algo grande para ti y los tuyos.  Es él quien te dice que no importa lo que hayas cazado, eres especial y tiene complacencia contigo.
Es importante esto porque no importa la composición de tu círculo familiar, Dios tiene propósitos contigo.  Dios quiere definir quién tú eres.  Cuando Dios quiere desatar Su propósito en tu vida, envía a alguien que te lo diga.
Es tu responsabilidad enseñarle esto a los tuyos.  A lo mejor eres soltero y no tienes hijos, pero, como Mardoqueo que le hablaba a Ester lo que Dios quería hacer con ella, con una palabra correcta que tú le digas a los que te rodean, impactas a toda una nación.  Déjale saber a todos los que te rodean quiénes son en Cristo Jesús.  Define a tus hijos, sobrinos, primos, nietos, vecinos, compañeros.  Diles que Dios les ama y tiene propósito con ellos.  Que aunque estén fuera de la casa, como el hijo prodigo, de repente recuerden que son hijos y pueden regresar a la casa de Su padre Celestial.
Como Esaú, ese es el clamor de la gente que lucha y lucha, pero hay un vacío en el interior y buscan a alguien que les bendiga.  Sé parte de una generación que marca a aquellos que le rodean.  Ayuda a levantar gente con definición y propósito en Cristo Jesús.

lunes, 17 de febrero de 2014

Jehova

Isaías 52:7

Atención!!!

Colosenses 3:2

Padre perfecto

Efesios 2:8

2 Pedro 1:4

Bendiciones

Reflexión que encontré

Hermanos/as y amigos,quiero contarles otra experiencia que tuve hace 20 años atras,cuando estaba embarazada de mi hijo menor,yo tenia aproximadamente 8 meses de embarazo y era invierno y habiamos tenido muchas nevadas aca en NY,una tras de la otra,fue un invierno intenso, al punto que las sales que usa la ciudad para limpiar las calles y derretir la nieve estaba escaceando por lo que decidieron solo limpiar las calles y vias principales y mas transitadas y las calles pequeñas y con menos trafico fueron olvidadas,una de esas calles era la que pasaba frente al edificio donde vivia, habian pasado muchos dias nevando y yo no habia podido hacer mi compra del supermercado como de costumbre y ya se me habian agotado todas las cosas mas importantes y de primera necesidad como leche,agua embotellada,papel higienico,comida en general,etc.Yo tenia mi hijo mayor que tenia solo 4 añitos,que me pedia y me pedia que le diera de comer,que tenia hambre y yo no hallaba que darle,miraba yo por la ventana como estaba de congelada la acera y la calle pues al no limpiar la calle las autoridades se habia congelado todo,y yo decia en mi mente como le hago para cruzar para la tienda que esta al cruzar la calle para poder comprar lo necesario y me desesperaba por que yo tambien tenia hambre,un bebe en mi vientre y mi hijo pidiendome de comer,no consegui nadie que fuera por mi a la tienda, el caso es que decido salir y arriesgarme,pero antes me incline,por que no podia arrodillarme por mi avanzado estado de embarazo y le pedi a Dios con todas mi fuerzas que no me dejara caer,que no queria perder a mi bebe,pero que no me quedaba otra opcion que ir yo a buscar los alimentos y no ver sufrir mas a mi hijo de hambre,ore con todas mis fuerzas,nos pusimos la ropa de invierno mi hijo y yo y salimos(tampoco tenia a quien dejarle mi hijo,nunca aparece alguien cuando uno necesita) bueno la cosa es que camine por el hielo con un poco de dificultad pero llegue al otro lado,compre lo que iba a comprar y cuando vamos de regreso,tratando de cruzar de vuelta para mi hogar,despues de haber dado algunos pasos en el hielo,ni hijo se cayo sentado en el hielo,yo intente levantarlo pero como el era gordito y pesadito no podia y ademas yo cargaba con tres bolsas del supermercado,que pesaban un poquito,no podia soltar las bolsas por que estas al ser plasticas se pegarian del hielo y se romperian y no tendria como cargar lo que llevaba,en fin intente nuevamente levantar a mi hijo y esta vez resvale yo,mis dos pies se fueron hacia adelante y cuando iba yo cayendo,antes de que mi cuerpo tocara el suelo senti dos manos que me agarraron por debajo de mis brazos,por mis axilas,y me enderezaron,yo mire y era una pareja,una mujer y un hombre,bien delgados,esbeltos y super altos como de 7 pies,yo soy bien bajita solo mido 5 pies de estatura,pero ellos estaban bien altos apenas podia verles las caras,la mujer me llevo hasta el otro lado de la calle y el hombre agarro las 3 bolsas y a mi hijo y los llevo hasta el otro lado y me hablaron en ingles y me regañaron,que no volviera a hacer algo asi,que yo tenia un bebe dentro de mi,que debia pensar mejor lo que hacia y yo les conteste en el poco ingles que sabia yo al momento,que yo lo hice por que no tenia nadie que lo hiciera por mi,y ellos me dijeron que me cuidara y les di las gracias y se metieron en el edificio al lado del mio y nunca mas los volvi a ver. Yo aunque no hablaba mucho ingles al momento,lo entendia bastante.Para mi que fueron dos angeles que Dios envio a socorrerme. al llegar a la casa me incline nuevamente y con lagrimas en mis ojos le di gracias a Dios por haber oido mi oracion y no dejarme caer,pude tener comida y las necesidades basicas para mi hijo ese dia y Dios me salvo de una caida que pudo haber terminado con mi embarazo. A Dios sea la gloria y la honra siempre!! Amen! Dios me los bendiga y me los cuide a todos!


"Pues a sus ángeles mandará acerca de ti,
Que te guarden en todos tus caminos. En las 
manos te llevaran para que tu pie no tropiece 
en piedra". Salmos 91:11-12

La Biblia es...

Alaba

Febrero

Algo

Galatas 6:9

Dios mio

Pinta

Buenos días

A Dios sea la Gloria


En 1 Reyes se encuentra un relato que siempre he encontrado divertido: la historia de el temor de Elías a Jezabel. Elías, este osado y valiente profeta, este hombre de Dios tosco e inquebrantable, que se había enfrentado a 400 sacerdotes paganos en la cima del monte, ¡de repente, se encuentra huyendo aterrado de una mujer iracunda! 

Se siente tan derrotado que, cuando se esconde bajo un enebro, ¡le ruega a Dios que le quite la vida! Pero el Señor lo trata con Su gracia sorprendente.
Lo primero que hace es mandarlo a dormir bajo el enebro y le da un buen descanso durante toda la noche. Luego, le da una comida decente, provista de manera divina por un ángel del Señor. Finalmente, lo lleva a una montaña, y allí Elías presencia toda la furia de la naturaleza: un terremoto, un fuego ardiente, una tormenta eléctrica estruendosa. Por medio de esta experiencia, el profeta llega a conocer un asombroso secreto: Jehová el Señor Dios Todopoderoso, no siempre se encuentra en el abrumador poder de la naturaleza desatada. Algunas veces se manifiesta de la manera más dramática, cuando se mueve entre la queda vocecita de una conciencia cambiada.
El libro de 1 Reyes es la historia de un reino perdido. Salomón, tal vez el hombre más sabio que vivió jamás, cayó en la locura y la desobediencia, y perdió un reino. Después de su muerte, ese reino se dividió en dos, y hubo una sucesión de reyes incensatos o malvados que sólo generaron miseria al pueblo, tanto en el reino del norte como en el del sur.
El libro concluye con la historia del rey Acab, el relato de su fracaso y su deseo egocéntrico de poseer la viña de Nabor, lo que finalmente provoca el juicio de Dios.
En el capítulo 22, aprendemos cómo obra el Señor por medio de circunstancias aparentemente accidentales. Los reyes de Israel y de Judá salen juntos a la guerra. Acab, rey de Israel, en su astucia satánica, trata de poner al rey de Judá al frente de la batalla. Acab lo viste con su propia armadura para que lo confundieran con él y fuera el blanco del enemigo. Pero, mientras Acab se alaba por la manera de engañar al rey de Judá, para que este quedara expuesto al peligro, tenemos que una flecha disparada al aire (a la aventura) por un guerrero opositor, lo alcanza y atraviesa un punto débil de la armadura que llevaba puesta, y le atravieza el corazón. 
Nuestro Dios es Señor de todas las circunstancias. Él es el Dios cuya voluntad se cumple aun por medio de accidentes, causalidades y coincidencias aparentes. Él está detrás de todos los movimientos de nuestras vidas, ¡y Su juicio se cumple! Eso es lo que revela este relato.
Las circunstancias externas nunca lo destronarán del gobierno de su vida, que fue lo que Dios estableció desde el principio. Nada con lo que usted se encuentre- presiones, maltratos, obstáculos, accidentes- podrá jamás destronarlo. Puede ser destronado y llevado a la esclavitud de la carne y del Diablo “sólo si usted lo permite”, si deja que de alguna forma opositora de adoración entre en su corazón y no haya espacio para Dios. Esa forma rival de adoración puede ser un hábito, una obsesión con el estatus y el dinero, un deseo pecaminoso o un afecto prohibido, una actitud obstinada y deliberada de rebelión, o alguna otra cosa.
Si usted, al igual que Salomón, permite que la insensatez reemplace la sabiduría piadosa en su vida, los días de su reino están contados. Pero si hace de Dios y de Su reino el único y verdadero deseo de su corazón, reinará para siempre y el reino de su vida estará seguro.

¡ A DIOS SEA LA GLORIA !

Bendición

Dios No se olvida

Tierra

miércoles, 12 de febrero de 2014

Al buen entendedor

Adquiere

Caminar

Números 6:24-26

Borde de su manto


Un día que Jesús estaba en medio de una gran multitud, había una mujer que tenía doce años de padecer un flujo de sangre, ella había sufrido grandemente, gastando todo su dinero en médicos que ya no le daban esperanza, ¿te lo puedes imaginar? Ésta pobre mujer con su hemorragia por doce largos años, debe haber estado extremadamente delgada y pálida, pero con una fe que agradó a Jesús; ella, como pudo, avanzó entre la multitud que era tanta y en todos lados, que era sofocante, pero estaba completamente segura que si tan solo tocara el borde del manto del Divino Maestro, ella sería sana y libre de su enfermedad. 


Tan pronto ella pudo tocar el borde del manto del Señor dicen las Escrituras que “al instante cesó su hemorragia”; a pesar de que la enfermedad era desde hacía mucho tiempo ¡ella sanó inmediatamente! Jesús se dio cuenta que de Él había salido poder y preguntó ¿Quién me ha tocado? Muchas personas lo tocaban al mismo tiempo, pero este toque fue especial para Él, este toque de fe no podía pasar desapercibido para Jesús.

¡Qué brillo de gratitud debe haber tenido el rostro de ésta mujer de fe! A pesar de no tener fuerzas, sus marchitos dedos lograron rozar el borde del sagrado manto de Cristo. (Marcos 5:25-34)

No dejes de clamar a Dios, sigue avanzando como ésta mujer, no importa la multitud de obstáculos que puedas tener, no te rindas, que tu fe no decaiga, sigue hasta llegar a tocar el borde del manto del Señor ¡tu milagro puede estar a una oración de distancia!

Cada día que buscas al Altísimo Señor, es un día menos de espera para tu milagro, hoy estás más cerca que nunca, hoy cuando tienes tanta oposición para estar a solas con Dios, hoy es cuando no debes detenerte, aunque tengas una multitud de oposiciones. Si tan sólo tocaras a Dios con tu fe como esta mujer, Él podría ver tu corazón lleno de fe y decirte “Hija tu fe te ha sanado, sé libre de tu azote”. Todo lo que necesitas es tener fe, “... Sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan” (Hebreos 11:6).

Ejercita esa fe que agrada a Dios, que a pesar de toda oposición y obstáculos, sigues y sigues clamando y confiando en Él hasta tocar Su manto. Arrodíllate una vez más ante tu Señor porque hoy puede ser el día que tu fe toque al Divino Maestro.

No importa tu enfermedad o la enfermedad de tu ser querido, para Dios todo es posible, porque ¡por sus llagas hemos sido curados! No importa lo que te hayan dicho los médicos o lo que los demás dicen de tu situación ¡DIOS TIENE LA ÚLTIMA PALABRA!

—¡Hija, tu fe te ha sanado! —le dijo Jesús—. Vete en paz y queda sana de tu aflicción. (Marcos 5:34, NVI).

Querido Dios

Si te ama...

Hijos de Dios

Promesas

Arriba!

Conclusión

Yo No le pido a Dios

Dios te dice:...

Llama interior

Cuentan que un rey muy rico de la India, tenía fama de ser indiferente a las riquezas materiales y hombre de profunda religiosidad, cosa un tanto inusual para un personaje de su categoría.
Ante esta situación y movido por la curiosidad, un súbdito quiso averiguar el secreto del soberano para no dejarse deslumbrar por el oro, las joyas y los lujos excesivos que caracterizaban a la nobleza de su tiempo.
Inmediatamente después de los saludos que la etiqueta y cortesía exigen, el hombre preguntó: “Majestad, ¿cuál es su secreto para cultivar la vida espiritual en medio de tanta riqueza?
El rey le dijo: “Te lo revelaré, si recorres mi palacio para comprender la magnitud de mi riqueza. Pero lleva una vela encendida. Si se apaga, te decapitaré”
Al término del paseo, el rey le preguntó: “¿Qué piensas de mis riquezas?” La persona respondió: “No vi nada. Sólo me preocupé de que la llama no se apagara”
El rey le dijo: “Ese es mi secreto. Estoy tan ocupado tratando de avivar mi llama interior, que no me interesan las riquezas de fuera”
Muchas veces deseamos vivir como mejores cristianos y tener vida espiritual, pero sin decidirnos apartar la mirada de las cosas que nos rodean y deslumbran con su aparente belleza. Procuremos “ver hacia adentro” y avivar nuestra llama espiritual, pues:
- Al tener nuestra mente y nuestro corazón puestos en el Señor, podemos aprender a conocerle y amarle.
- Las trivialidades y preocupaciones de la vida no podrán apartarnos del buen camino.
- Crecerá nuestro amor por la familia y nuestros semejantes, que son imagen de Dios.

Viviremos alegres en esta vida, preparándonos para alcanzar la felicidad eterna al lado de nuestro Padre.

Proverbios 22:4

“Riquezas, y honra, y vida, son la remuneración de la humildad y del temor de Dios”

Proverbios 11:28

“El que confía en sus riquezas, caerá: Mas los justos reverdecerán como ramos”

Sonreir