¿Qué es lo que te inquieta? ¿Has perdido tu camino? ¿Te has extraviado entre la espesura del bosque, y te es imposible encontrar el sendero? Detente, y podrás ver la salud de tu Dios. Él conoce el camino y te guiará si clamas a Él.
Cada día trae su afán. ¡Cuán dulce es saber que el Señor nos pastoreará continuamente! Si elegimos nosotros el camino, o si consultamos a la carne y sangre, rechazamos la dirección de Dios; empero si negáremos nuestra propia voluntad, Él guiará todos los pasos del camino en cada hora del día, en cada día del año, y en cada año de nuestra vida.
Si queremos dejarnos guiar seremos guiados. Si encomendamos a Dios nuestros caminos, Él enderezará nuestros pasos para que no nos perdamos.
Mas nótese quién es el que nos ha hecho esta promesa. Lee el versículo anterior: «Si derramares tu alma al hambriento». Debemos simpatizar con nuestros prójimos y darles, no cortezas de pan duro, sino todo aquello que nosotros quisiéramos recibir.
Si en la hora de escasez nos mostramos generosos y solícitos con nuestros semejantes, el Señor proveerá a nuestras necesidades y será nuestro continuo guía. Jesús es el Capitán no de los avaros y opresores del pobre, sino de los generosos y compasivos. Tales peregrinos nunca perderán su camino.
Hoy..Estoy seguro de la guía del Señor en todos mis caminos que son los caminos de él, ya que no quiero andar en los míos.
Señor, acá estoy en tu altar dispuesto a solo caminar en tus senderos. Eres y seguirás siendo mi pastor. Amén.
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