¿Cuál es la opinión que se tiene acerca del matrimonio hoy día? hay quienes lo ven como a un barco a punto de hundirse y al que todos abandonan por adulterio o divorcio. En vez de preocuparse, la gente se ríe de la inmoralidad sexual y hace burla de la fidelidad matrimonial.
Pero ¿cuál es la opinión que Dios tiene del matrimonio? Después de todo, fue idea suya. La Biblia nos enseña que Dios ve al matrimonio como una unión.
En primer lugar, la Biblia enseña que el matrimonio cristiano es una UNIÓN SIMBÓLICA. Es el símbolo de Cristo y la Iglesia. Nosotros los hombres—y confieso que me inspira temor—somos figuras de Cristo en lo que se refiere al hogar. Nuestro comportamiento debe ser tal que nuestros familiares, vecinos y amigos vean a Cristo en nosotros. Representamos a Cristo cuando hacemos lo que Cristo nos manda en Efesios 5:25. «Para los maridos, eso significa: ame cada uno a su esposa tal como Cristo amó a la Iglesia» (NTV). A Jesucristo se lo presenta como al esposo de la iglesia, y a los maridos como a Cristo. A nuestras esposas se las pinta como la iglesia, y a la iglesia como a una mujer. Este simbolismo eleva al matrimonio a su más alta dimensión.
En segundo lugar, la Biblia enseña que el matrimonio es una UNIÓN REAL, no es meramente simbólica. Leemos en la Biblia: «Esto explica por qué el hombre deja a su padre y a su madre, y se une a su esposa, y los dos se convierten en uno solo»(Génesis 2:24 NTV). Debemos dejar a nuestros padres y unirnos sólo a nuestra esposa. Es una unión íntima y total entre un hombre y una mujer. Dicha unión es hasta que la muerte los separa.
La unión en el matrimonio debe existir a todo nivel. Comienza en el plano espiritual, pero no termina allí. El matrimonio cristiano también une a una pareja intelectual, volitiva, social y físicamente. Tú y yo, como esposos, debemos hacer que nuestras esposas tengan parte en cada una de las áreas de nuestra vida para que verdaderamente podamos ser «uno solo». Cristo debe ser el centro del matrimonio. Cristo es quien nos mantiene unidos y nos acerca.
En tercer lugar, el matrimonio cristiano es una UNIÓN EXCLUSIVA. Es una unión de pureza. La Biblia dice que el matrimonio debe unir a un hombre y una mujer hasta que la muerte los separe. Ellos ya no son dos sino uno solo. « […] que nadie separe lo que Dios ha unidos» (Marcos 10:9 NTV). Cuando te casas, das un paso importantísimo. Estás uniendo toda tu vida —cuerpo, alma y espíritu— a la otra persona. Esto deja de lado todas las terceras partes. El séptimo mandamiento claramente ordena: «No cometas adulterio» (Éxodo 20:14 NTV).
A los ojos de Dios, el matrimonio debe ser absolutamente exclusivo. Una vez casados, el afecto y vida sexual deben estar dedicados al cónyuge hasta que la muerte separa a ambos. Dios no admite una vida sexual liviana porque ello destruye todo lo que el matrimonio debe ser.
En cuarto lugar, la Biblia afirma que el matrimonio es una UNIÓN COMPLEMENTARIA. Es una unión de necesidad y dependencia mutua. Dios dijo: «No es bueno que el hombre esté solo. Haré una ayuda ideal para él» (Génesis 2:18 NTV). Dios ha hecho al hombre y a la mujer de tal manera que se complementen entre sí. «[…] las mujeres no son independientes de los hombres, y los hombres no son independientes de las mujeres» (1 Corintios 11:11 NTV).Cuando marido y mujer se complementan –compartiendo, orando, leyendo, haciendo cosas juntos —el matrimonio es transformado.
Cuando las cosas se conversan y consideran en una atmósfera de confianza mutua, el matrimonio realmente prospera. El potencial de un matrimonio se convierte en realidad cuando una pareja busca tener una unión real, exclusiva y complementaria que honre a Dios. Es sólo entonces que el matrimonio en verdad simboliza la relación entre Cristo y la Iglesia.
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