domingo, 10 de noviembre de 2019

Testimonio

Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad en lo alto de una colina no puede esconderse. Ni se enciende una lámpara para cubrirla con un cajón.

Por el contrario, se pone en la repisa para que alumbre a todos los que están en la casa. Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en el cielo. Mateo 5:14–16
¡Brilla! No puedes hacer otra cosa cuando tu corazón está encendido por la fuente de luz del universo. ¡Brilla porque para eso fuiste creada y brilla porque debes hacerlo!

Las mujeres suelen trabajar con la supuesta ilusión de que deben mantener sus dones y talentos en una vasija de barro. Confunden el significado de caminar “humildemente” junto a Dios con lo que significa hacer brillar su luz.

Como todo lo demás, es cuestión de corazón y motivación. Si tu corazón está tan lleno de alegría que rebalsa sin importar lo que hagas, continúa brillando.

Si te estás conteniendo porque no estás segura de que esté bien ser una luz en el mundo, lee nuevamente Mateo 5:14-16, hasta que realmente lo asumas.

Tú eres una luz, una mujer de testimonio. Eres la encarnación caminante del mensaje que Dios quiere dar al mundo entero. Te dio su luz para que otros puedan verte con claridad. Te la dio para que nunca te encuentres caminando en la oscuridad.

Pon una planta en tu vasija de barro y ubícala en la ventana. De esa manera ambas estarán en la luz y ofreciendo tus dones de radiante belleza al mundo.

Un pensamiento valioso

Un alma amante hace arder a otras. Agustín de Hipona

Señor, ayúdame a mantener tu luz en alto esta semana. Ayúdame a entender que allí afuera hay alguien que te está buscando y que quizás yo sea el único medio que tenga para encontrarte. Déjame ser tu luz en el mundo. Amén.

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