Juan 1:47-49 “Cuando Jesús vio a Natanael que se le acercaba, dijo de él: He aquí un verdadero israelita, en quien no hay engaño. Le dijo Natanael: ¿De dónde me conoces? Respondió Jesús y le dijo: Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi. Respondió Natanael y le dijo: Rabí, tú eres el Hijo de Dios; tú eres el Rey de Israel. Respondió Jesús y le dijo: ¿Porque te dije: Te vi debajo de la higuera, crees? Cosas mayores que estas verás.”
Natanael significa “regalo de Dios”, estaba escondido debajo de una higuera, no se sabe qué hacía allí, sólo se sabe que estaba sólo derramando su corazón y aunque no creía ser visto Jesús lo vio, hoy Él te ve en tu necesidad, en tu soledad, te ve cuando derramas tu corazón, cuando crees que estás sólo te está viendo y conociendo tu corazón ¿Lo crees?
En Génesis 21:14-18 leemos “Entonces Abraham se levantó muy de mañana, y tomó pan, y un odre de agua, y lo dio a Agar, poniéndolo sobre su hombro, y le entregó el muchacho, y la despidió. Y ella salió y anduvo errante por el desierto de Beerseba. Y le faltó el agua del odre, y echó al muchacho debajo de un arbusto, y se fue y se sentó enfrente, a distancia de un tiro de arco; porque decía: No veré cuando el muchacho muera. Y cuando ella se sentó enfrente, el muchacho alzó su voz y lloró. Y oyó Dios la voz del muchacho; y el ángel de Dios llamó a Agar desde el cielo, y le dijo: ¿Qué tienes, Agar? No temas; porque Dios ha oído la voz del muchacho en donde está. Levántate, alza al muchacho, y sostenlo con tu mano, porque yo haré de él una gran nación.”
Yo no sé cuál es tu situación, pero muchos han llegado al punto donde se han sentado a esperar la muerte, pero el Señor dice “Yo he escuchado tu llanto” así como escuchó a Ismael, en este momento muchos de nosotros tenemos la bendición de Dios al alcance de nuestros ojos, pero es tan fuerte la situación que no la vemos, el Señor nos dice: No temas, te mostraré la bendición que viene sobre ti.
En 1 de Reyes vemos el caso de la viuda de Sarepta, Elías fue enviado a este lugar conocido como el peor sitio para ser alimentado por una viuda, a los ojos humanos esto era una locura, era el peor lugar e iba a pedirle de comer a la más desvalida, pero sucede esto 1 de Reyes 17:12-14 “Y ella respondió: Vive Jehová tu Dios, que no tengo pan cocido; solamente un puñado de harina tengo en la tinaja, y un poco de aceite en una vasija; y ahora recogía dos leños, para entrar y prepararlo para mí y para mi hijo, para que lo comamos, y nos dejemos morir. Elías le dijo: No tengas temor; ve, haz como has dicho; pero hazme a mí primero de ello una pequeña torta cocida debajo de la ceniza, y tráemela; y después harás para ti y para tu hijo. Porque Jehová Dios de Israel ha dicho así: La harina de la tinaja no escaseará, ni el aceite de la vasija disminuirá, hasta el día en que Jehová haga llover sobre la faz de la tierra.”
La bendición en tu vida no escaseará, porque Jehová, Dios los ejércitos te bendice hoy, lo ha prometido, lo dice su palabra, los ojos de Jehová están sobre los justos, no te desamparará, el mismo Elías que estuvo con la viuda, llego a tener miedo, venía de una gran victoria y fue amenazado de muerte, 1 Reyes 19:3-8 “Viendo, pues, el peligro, se levantó y se fue para salvar su vida, y vino a Beerseba, que está en Judá, y dejó allí a su criado. Y él se fue por el desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres. Y echándose debajo del enebro, se quedó dormido; y he aquí luego un ángel le tocó, y le dijo: Levántate, come. Entonces él miró, y he aquí a su cabecera una torta cocida sobre las ascuas, y una vasija de agua; y comió y bebió, y volvió a dormirse. Y volviendo el ángel de Jehová la segunda vez, lo tocó, diciendo: Levántate y come, porque largo camino te resta. Se levantó, pues, y comió y bebió; y fortalecido con aquella comida caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta Horeb, el monte de Dios.”
Este era un hombre de Dios deseando morirse, a veces podemos estar en el lugar del pacto, creemos que el Señor hará las cosas, pero debemos levantarte y caminar a Él, hoy te dice que va delante de ti como poderoso gigante, nada podrá hacerte frente, no temas, no hay futuro incierto cuando el Señor va delante de ti, gloria al Señor, no temas porque Él es tu Dios quien te esfuerza.
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