“Yo pues, preso en el Señor, os ruego que ANDÉIS como es digno de la vocación con que fuisteis llamados; con toda humildad y mansedumbre. Andad como hijos de luz..comprobando lo que es agradable al Señor. Efe 4:1,2. 5:8-10.
Si bien la experiencia cristiana no comienza con el andar sino con el descansar, hoy debo recordar que frente a la vida necesito andar. Frente a Dios sentarme y descansar. Frente a la vida andar. Si aprendo a sentarme frente a Dios ganaré las fuerzas que necesito para andar en la vida. Andar es la experiencia práctica aquí en la tierra de ese lugar que ocupamos en los lugares celestiales.
La vida me pide un constante andar en un estilo de vida que sea diferente a la de aquellos que aún no aprendido a estar sentado frente a Dios.
Andar…Mirad pues como andéis…tiene mucho que ver con relaciones.
Si hoy viviera solo en este mundo no importaría mucho como andar, porque nadie me exigiría. Pero no estoy solo. Hoy estaré rodeado de gente que esperan ver en mi manera de andar el cumplimiento de lo que digo que he recibido al estar sentado en lugares celestiales.
La Biblia me recuerda muchas normas que Dios espera que refleje y que el mundo espera recibir. Cosas como: Andad con toda humildad y mansedumbre. Desechando la mentira, hablad la verdad cada uno con su prójimo. Airaos, pero no pequéis. No hurte más. Toda amargura sea quitada de vosotros.
Sed benignos los unos con los otros. Obedeced. No provoquéis. Haced con ellos lo mismo, dejando las amenazas. Nada podría ser más práctico que esta lista de imperativos para mi andar.
Mi andar debe ser una demostración diario de lo que está aconteciendo en mi corazón. No puedo desligar mi posición de estar sentado en lugares celestiales y mi andar diario. Una cosa dirá mucho de la otra y en este día no solo quiero estar rente a Dios sentado…pero frente a la vida andando de acuerdo a mi posición en Dios.
Señor. Gracias por darme la vida, gracias por darme tu amor. Gracias por dar la posición de estar sentado en lugares celestiales con Cristo Jesús. Ayúdame hoy a Andar frente a la vida de acuerdo con la posición que tengo en lugares de celestiales.
No quiero jamás tomar un camino y una forma de andar totalmente contrario a lo que ya en tu misericordia me haz dado al estar sentado en lugares celestiales. Señor, sabes cuantas veces mi andar ha contradicho mi sentar en lugares celestiales, pero hoy quiero dar un paso de victoria en la reconciliación de estas dos posiciones, Se que me haz rescatado para vivir como es digno de la vocación con que he sido llamado. Andar de tal forma, te exaltará a ti, quien eres el único y verdadero Dios. Amen
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