jueves, 19 de mayo de 2016

Oración

Orar es el oxígeno del espíritu, es la llave que hace que el reino de Dios se movilice. El acto de orar es el puente de manifestación del cielo con la tierra, del mundo espiritual al físico.
Orar no es mágico, no se trata de que cualquier cosa que pido se cumplirá. En verdad, la oración es algo que Dios necesita de nosotros para manifestar su voluntad, muchas veces Dios quiere manifestarse, pero encuentra un impedimento. Las cosas no se desatan correctamente desde nuestro lugar.
Siempre hubo problemas para entender la oración, desde la época de Jesús la gente necesitaba saber “como orar” los discípulos le pidieron a Jesús: “enséñanos a orar” (Lc. 11:1). Jesús dió el modelo de la oración del Padre nuestro y condenó a los religiosos por orar con palabrerío inútil (Mateo 6:7).
Lo que NO es la oración:
- No es un sacrificio religioso que tenemos que cumplir para que Dios nos quiera más. (referencias: Mt. 12:7 - Juan 4:24)

- No es un cronograma riguroso de tiempos, días y horarios que tenemos que establecer para realizar. Colosenses 2:16-23
- No es algo que tenemos que promover ante los demás. Mateo 6:5
- No es algo para “comprar” favores de Dios o lograr objetivos egoístas y codiciosos. Santiago 4:3
- No es un acto que se pueda manipular de ninguna manera. Gálatas 6:7
- No es algo que reemplace nuestra parte de trabajar y esforzarnos. 2 Tes. 3:10
¿Qué espera Dios de nuestra oración?
- Espera que sea nuestro primer recurso antes de confiar en cualquier otra cosa o persona.
- Espera que sea por consecuencia de nuestro amor por él.
- Espera que sea constante.
- Espera que sea con adoración en espíritu y en verdad.
- Espera que sea espontánea
Las mejores oraciones son aquellas que salen como un fuerte flechazo de nuestro corazón hacia el cielo, son esas oraciones profundas e intensas. Que salen desde lo más hondo de nuestro ser con un gran deseo y fervor sincero. No tiene tanto que ver con gritos fuertes, o con formas de hacerla; sino con intensa fe y necesidad.
La oración eficaz es la oración en el Espíritu (Stgo 5:16). No somos solo carne y hueso, somos en esencia espíritu y el Espíritu Santo de Dios se fusiona en uno con el nuestro al recibir a Jesús. Por eso él está vivo dentro de nosotros y nos llama, se mueve, nos impulsa, debemos ser sensibles a su voz (He 3:7-9).
“No hagan que se ponga triste el Espíritu Santo de Dios, que es como un sello de identidad que Dios puso en ustedes, para reconocerlos cuando llegue el día en que para siempre serán liberados del pecado”. Efesios 4:30
La inquietud, el llamado del Espíritu Santo en nuestro corazón, es algo a lo que tenemos que aprender a reaccionar siempre que suceda. Cuando tengas ese hambriento impulso por declarar algo delante de Dios, ese deseo, esa sed de tu espíritu que necesita buscar a Dios, o adorarlo, o pedir algo que necesites, ¡simplemente hazlo!. Hazlo donde estés, suelta tus palabras, abre tu corazón y tu boca, esa oración en el Espíritu Santo es un rompimiento del mundo espiritual.
1. ¿Cuando una oración es religiosa?
Cuando la oración se hace para impresionar a otros
Según la biblia una oración es religiosa, farisea o inútil cuando tiene las siguientes características:
Son aquellas oraciones que hace un creyente para promover su propia espiritualidad, quieren que los demás los alaben por su supuesta espiritualidad y santidad. En realidad lo único que buscan es impresionar a quienes tienen cerca, es auto-promoverse. En el fondo buscan inflar su ego o sentirse superiores. Jesús condenó este tipo de prácticas hipócritas:
“Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como hacen los hipócritas. A ellos les gusta que la gente sepa que están ayunando. Les aseguro que ése será el único premio que ellos recibirán”. Mateo 6:16
Cuando nos gusta que la gente sepa que estamos ayunando es porque tenemos una actitud farisea.
Ayuna, ora o declara todo delante del Señor. No necesitamos que los demás se enteren de nada, de hecho, según nos dice este texto, que los que hacen eso, la única recompensa que tendrán será haberse auto promovido y recibir algo de adulación de los hombres, pero no recibirán ninguna otra recompensa de Dios.
“(...) Les aseguro que ése será el único premio que ellos recibirán”. Mateo 6:16
2. La oración que no busca a Dios, sino sólo sus beneficios
Esta oración es cuando buscamos solo los beneficios de Dios, pero no lo amamos, ni lo deseamos en ninguna manera, ni tampoco estamos agradecidos por lo que él es e hizo por nosotros. Cuando buscamos solo “los panes y los peces”, pero no queremos obedecer a Dios, ni hacer su voluntad, esas oraciones no son contestadas.
“No se engañen. Dios no puede ser burlado. Todo lo que el hombre siembre, eso también cosechará”. Gálatas 6:7
Dios quiere ser el centro constante de nuestra vida, y no solo un socorro en momentos de urgencia.
No importa que nos equivoquemos muchas veces en decisiones que tomemos, lo que siempre importa es que hagamos las cosas con buena conciencia delante de Dios, por lo demás, el nos guiará y corregirá.
3. Oraciones con obstáculos
La biblia dice que cuando un esposo maltrata a su esposa, está poniendo obstáculos a su oración. En 1 Pedro 3:7 se nos enseña esto a los hombres:
“De la misma manera, ustedes, los esposos, sean comprensivos con ellas en su vida matrimonial. Hónrenlas, pues como mujeres son más delicadas, y además, son coherederas con ustedes del don de la vida. Así las oraciones de ustedes no encontrarán ningún estorbo”. 1 Pedro 3:7  
¡Cuántas bendiciones llegarían a las familias y a los hombres, si tan solo los esposos cuidarán y fueran más atentos y delicados con su esposa!.
Los hombres a veces creen que tienen que ser autoritarios con su familia, oprimiendo con el maltrato, la indiferencia, el hostigamiento y la brutalidad en las palabras, todo esto traerá un gran estorbo a las oraciones. Si cuidas a tu esposa y la amas de verdad, no solo con palabras, sino que la haces sentir ese vaso frágil, respetando sus deseos y cuidando su sentimientos, el cielo se abrirá sobre ti y las bendiciones de Dios fluirán.
Un consejo para los hombres: “Hablen bien de sus esposas y honrenlas delante de los demás”. El oído de Dios estará disponible para ti. (Ref. 1 Pedro 3:7).
4. Oraciones que no confían en Dios.
Si oras debes confiar en Dios, aunque no entiendas tu situación. Si pones tu vida en las manos de Dios, él te mostrará el camino que debas tomar. Si cuando oras confías en él, aunque no entiendas, el se hará cargo de tu vida.
Si sientes que no tienes fe, entonces esa debe ser tu primera oración, pide a Dios que abra tu mente para comprender su palabra y ver su poder. Es un gran avance cuando se rompen las cadenas de incredulidad. Hay muchos niveles de fe, algunos por años se mantienen en un nivel muy escaso de fe, solo creen que Dios existe ,y que Jesús vino a la tierra para salvarnos, eso solo es lo que creen. Pero no pueden creer que Dios haga mucha más cosas entre nosotros. Sin embargo, cuando tus ojos se abren, ves que Dios estuvo en todos los momentos de tu vida, y comienzas a tener una lectura más espiritual de las cosas, puedes comprender el mundo espiritual más en profundidad, por lo tanto puedes creer y estar más confiado. Tres puntos principales para crecer en fe.
1. Desear un nuevo nivel de fe.
2. Leer la biblia con el corazón abierto y dispuesto.
3. Orar para que la incredulidad se nos quite. Renunciar a la incredulidad.
Hay cosas que requieran mucho de nuestra parte para que sucedan, y por eso hacemos las cosas por fe, porque la fe también es actuar (Sgo. 2:14). Y hay cosas que requieren paciencia y esperar una respuesta sobrenatural, y para ambas cosas se necesita fe genuina.
“Confiar en Dios es estar totalmente seguro de que uno va a recibir lo que espera. Es estar convencido de que algo existe, aun cuando no se pueda ver”. (TLA) Hebreos 11:1
Cuando un muchacho endemoniado no podía ser liberado, Jesús le preguntó a su padre:
—¿Puedes confiar en Dios? Para el que confía en él, todo es posible.
Enseguida el padre gritó:
—Sí, confío en Dios. ¡Ayúdame a confiar más en él! (Marcos 9:21-24) (TLA)
En conclusión, las claves son que nuestro corazón sea bueno y humilde, que sea sincero, temeroso de Dios y apartado del mal. De esta forma Dios puede confiarnos grandes cosas.
Repite esta oración: “Señor saca a la luz todo lo que no esté de acuerdo a tu voluntad en mi vida, enséñame qué cosas están causando estorbos en la bendición. Dame sabiduría para comprender tu plan en mi vida. Confío en que tienes el control en todo, te pido perdón por todo pecado y te entrego el absoluto control de mi vida y mi ser. En el nombre de Jesús ¡Amén!”

No hay comentarios:

Publicar un comentario