Por mucho tiempo has caminado, y vivido en el desierto, y la pregunta ha sido: ¿Saldré algún día del desierto?. Hoy es el tiempo, te dice el Señor de enterrar los recuerdos del desierto: el temor, la incertidumbre, la incredulidad, la desconfianza en Mi, las serpientes, escorpiones, la queja. La generación anterior murió en el desierto, no alcanzaron la promesa, pero tú eres de la generación de los menores de 20 años, la generación de Josué y Caleb, que entraron y creyeron, que no murmuraron; tu eres de la generación de rompimiento, los que pueden ver la tierra prometida con Mis ojos, los que pueden ver el abundante fruto del nuevo territorio que aunque vean los gigantes tienen ganas de conquistar y vencer a esos gigantes. (Ministerios Elías)
“Pero a mi siervo Caleb, por cuanto hubo en él otro espíritu, y decidió ir en pos de mí, yo le meteré en la tierra donde entró, y su descendencia la tendrá en posesión. Números 14:24
Pero Josué hijo de Nun y Caleb hijo de Jefone quedaron con vida, de entre aquellos hombres que habían ido a reconocer la tierra. Números 14:38
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