viernes, 28 de junio de 2019

Transformación

Si queremos algo de Dios, si queremos la revelación de cosas profundas, si queremos la dirección de cómo tenemos que salir de alguna situación. Vas a tener que crear un lugar de encuentro.

Somos más inteligentes, pero no más sabios, vivimos más tiempo, pero no más saludablemente, tenemos más cosas, pero disfrutamos menos, podemos ir a la luna, pero no podemos ir a casa y tener una buena familia. Tenemos más acceso a información, pero sabemos menos acerca de la vida. Protegemos a las ballenas, pero maltratamos y matamos a nuestros chicos. Tenemos más religiones, pero menos amor.
Necesitamos una intervención divina, necesitamos entender el Ambiente que Dios ha diseñado para estar con nosotros.

Dios ha creado un ámbito donde nosotros podamos tener intimidad con Él, y Él con nosotros.

En este ambiente, es donde Dios trabaja de una manera personal con nosotros.

Dice 1 Corintios 12:2-4 (NVI) "Conozco a un seguidor de Cristo que hace catorce años fue llevado al tercer cielo (no sé si en el cuerpo o fuera del cuerpo; Dios lo sabe). Y sé que este hombre (no sé si en el cuerpo o aparte del cuerpo; Dios lo sabe) fue llevado al paraíso y escuchó cosas indecibles (maravillosas) que a los humanos no se nos permite expresar."

Ese seguidor que Pablo habla era él mismo. Es tan impactante la revelación que Pablo recibe, que no la puede comunicar a los demás. Pablo tiene un encuentro con Dios que le marca su vida espiritual y termina siendo lo que hoy leemos de él.

Pero no me quiero detener en eso, me quiero detener en esto; fue clave el lugar del encuentro. Esto es, lo más importante, no fue la revelación, porque eso fue para él, lo más importante es que hubo un lugar de encuentro.

Si queremos algo de Dios, si queremos la revelación de cosas profundas, si queremos la dirección de cómo tenemos que salir de alguna situación o resolver algún dilema personal. Vas a tener que crear un lugar de encuentro.

El lugar de encuentro es el Ambiente de Su presencia. En el lugar de encuentro íntimo es donde vas a recibir la dirección que tanto necesitas.
Pablo llego a ser un transformador, llego a los lugares más increíbles, enseño las palabras más reveladoras del Reino… porque primero tuvo un encuentro íntimo con Dios, en un lugar preparado por Dios, para tener ese encuentro.

Dice la biblia que Pablo fue llevado al Paraíso, no al Reino. En otras palabras, el Paraíso fue el lugar de encuentro entre Dios y Pablo. No fue en la tierra, no fue en el Reino, no fue en su interior, fue en el Paraíso. ¿Por qué?

Definamos Reino

El Reino, es el lugar de donde Dios ejerce su reinado. Esto es, Se refiere al reinado o soberanía de Dios por sobre todas las cosas, y es opuesto al reinado de los poderes terrenales.

Si hay un Reino, es porque tiene un Rey. El ejercicio del Rey es gobernar bajo un sistema. Y bajo ese sistema se sujeta todo el Reino.
El Reino al cual pertenecemos, es sobrenatural, porque como Rey, lo tiene a Dios.


Entonces definamos la palabra Dios. En primer lugar, es esencial que entendamos que antes de la existencia de todo, existe Dios. La palabra Dios denota a alguien "que existe por sí mismo y que es autosuficiente", describe a un Ser que no preciso de nada ni de nadie para existir. Por lo tanto, "Dios" no es un nombre, sino más bien una descripción de un carácter o naturaleza.


Por causa de quien o de lo que es, solamente Él califica para el titulo de Dios. Como Dios no necesito de nada para Ser. Es por eso que él es sobrenatural, o en otras palabras, está por encima de lo natural.

Entonces, el Reino, es el lugar más íntimo de Dios. Donde nadie puede ejercer ningún tipo de influencia, sino solamente él. Donde las ordenes y el sistema es el que Él ha creado.

Al Reino solo entran los vencedores. Al Reino solo entran los que creyeron hasta el final. Y fueron fieles.

Apocalipsis 3:21 (Peshitta) dice "Al vencedor le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo también vencí y me senté con mi Padre en su trono."

El trono de Dios está dentro de su Reino. Entonces solo los que vencen entran dentro de su Reino.

Definamos Paraíso

Paraíso en el original Bíblico significa: Lugar de felicidad, Edén.
Esto es, Paraíso es un lugar de encuentro. Paraíso es el ambiente para encontrarse con Él. Paraíso es un lugar.

¿Por qué el hombre de la cruz junto a Jesús no pudo entrar al Reino? Porque ese hombre no venció, sino que reconoció. Esto hizo que su alma termine en el Lugar de Felicidad. En el Edén del Cielo.

Dice corintios que Pablo fue llevado al paraíso y escuchó cosas maravillosas… Pablo no había vencido, no había comenzado a trabajar para Dios. Por eso Dios tiene un encuentro con él en el paraíso y no en el Reino.

Paraíso es el lugar del encuentro. Paraíso es el Ambiente de Su presencia. Paraíso es el lugar que Dios crea para encontrarse con nosotros.

Paraíso significa Edén. Dios sigue manteniendo abierto el Edén para los que creen y lo honran, lo que alguna vez se le cerró a Adán y a Eva.
Dios le cerró las puertas de Edén a Adán y a Eva, pero no a vos y a mí.
Observemos este detalle: El último registro bíblico de personas en Edén es el de Adán y el de Eva, después de esto, todo el mundo estuvo fuera. Ahora, ¿Que hombre abre las puertas de Edén, del Paraíso nuevamente? Lo abre una persona que se dedico a hacer lo peor en la tierra. El hombre junto a la cruz de Jesús.

La pregunta seria, ¿Si Dios quito a Adán y a Eva por su pecado de Edén. Como puede después de miles de años entrar por primera vez uno que justamente se dedico a pecar?

La respuesta es, Adán y Eva estaban adentro y adentro del Paraíso perdieron el reconocimiento, cuando esto pasa, quedas fuera del Ambiente. Este hombre, estaba fuera y dentro de un ambiente sucio, Reconoció el ambiente de Dios. Por eso, de estar afuera, paso a estar adentro.


Si el paraíso es abierto después de Adán y Eva, por un hombre como este, es porque Dios está queriendo hacernos entender que solo necesita nuestro reconocimiento.


La aceptación de su voluntad y el deseo de cumplirle el deseo a Él, crea un ambiente espiritual y sobrenatural.


Nosotros somos su Paraíso Terrenal, porque somos el templo del Espíritu Santo. En otras palabras, somos el lugar donde Dios quiere descender para habitar y crear un ambiente sobrenatural donde nuestra vida sea cambiada para siempre.

Dios necesita que abras el camino para lograr un lugar de encuentro con Él. El ambiente Su presencia es el lugar de mi transformación.

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