jueves, 24 de agosto de 2017

No temáis

Dios es por nosotros; está de nuestro lado. El diablo tiene una posición: está en contra de nosotros. Pero Dios está por encima de nosotros, por debajo de nosotros, a través de nosotros, por nosotros y alrededor de nosotros. ¿De quién, entonces, tendremos miedo?

Así que, como el monte de Sion, no temblaremos, porque Dios está alrededor de nosotros. Y si eso no fuera suficiente, guardé lo mejor para el final: Él está en nosotros, y dijo que nunca nos dejará ni nos abandonará.

La salvación es la más maravillosa bendición que recibimos de Dios, y nos ha sido dado el Ayudador, el Espíritu Santo mismo, que nos da poder para vivir como Jesús. Dios tiene bendiciones y poder espiritual en abundancia para nosotros. Él es poderoso y puede hacer lo que nosotros jamás podemos hacer solos.

Dios desea que permitamos al Espíritu Santo fluir a través de nosotros en poder, para mostrarles a las personas su amor y para ayudarlas con sus dones. Todo está centrado en Él.

Dios elige las cosas débiles y lo necio de este mundo, a propósito, para que la gente las vea y diga:
“¡Nadie más que Dios pudo hacerlo!” Palabra de Dios para ti Porque no tenemos lucha contra sangre y carne [solo contra oponentes físicos], sino contra principados, contra potestades, contra los [espíritus principales que son] gobernadores de las tinieblas de
este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes [sobrenaturales]. Efesios 6:12

La guerra interior
Al hacer guerra espiritual en el poder de Dios, debemos recordar que luchamos contra Satanás y sus demonios, no contra otras personas... ni contra nosotros mismos.

Probablemente, la mayor guerra que libramos es la que se desata en nuestro interior, contra nosotros mismos, cuando luchamos por pasar del punto en que estamos espiritualmente a aquel en que vemos que debemos estar. 

Quizá luchemos porque sentimos que deberíamos haber logrado más cosas en la vida; quizá sintamos que somos un fracaso en lo económico o en otras áreas. Pero el hecho es que no podemos cambiar nada irritándonos y luchando en nuestro interior. 

Solo Dios puede librar nuestras batallas y ganarlas. Estas batallas internas son verdaderas batallas, y deben ser manejadas como las demás batallas.

Es difícil llegar al punto en que podamos ser sinceros con nosotros mismos en cuanto a nuestro pecado y nuestros fracasos, nuestras incapacidades y fallas, y al mismo tiempo sepamos
que estamos bien con Dios porque Jesús nos abrió el camino al morir por nosotros y resucitar de entre los muertos.

Si luchas en tu interior, saber que estás en buena relación con Dios es una clave fundamental para que puedas tener acceso al poder espiritual.
Podemos ser cambiados al adorar a Dios y contemplarlo; no al mirarnos a nosotros y contemplar nuestras muchas fallas, sino al contemplar a Dios.

Palabra de Dios para ti
Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor. 2 Corintios 3:18

Solo en Jesús
Yo era una persona muy independiente, y Dios comenzó a darme Juan 15:5 en los comienzos de mi andar con Él. Una de las leyes espirituales para recibir poder espiritual de Dios es depender enteramente de Él. Sin fe, no podemos agradar a
Dios. 

La fe implica apoyar toda nuestra personalidad humana, en total confianza, en el poder, la sabiduría y la bondad de Dios. Debemos apoyarnos en Él, confiar solo en Él y depender enteramente de Él, quitarnos todo el peso de encima de nuestros
hombros y ponerlo en los suyos. Sin la ayuda de Dios no podemos cambiar nada en nuestra vida. No podemos cambiarnos a nosotros mismos, ni a nuestro cónyuge, ni a nuestra familia, ni a nuestros amigos ni nuestras circunstancias. 

Realmente, ¡separados de Él no podemos hacer nada!
Cuando no permitimos que Dios sea Dios, podemos decir adiós a la paz y al gozo. Tratamos de descubrir cómo funcionan las cosas, cuando no tenemos siquiera que tocarlas con el pensamiento.

Nada es demasiado difícil ni demasiado extraordinario
para Dios, pero muchas cosas son demasiado difíciles o demasiado extraordinarias para nosotros. Debemos crecer hasta llegar a descansar en el hecho de que conocemos al que sabe... y estamos libres para confiar en Él.

Es tan liberador decir: “Señor, no sé qué hacer, y aunque lo supiera, no podría hacerlo. Pero mis ojos están en ti.Voy a esperar y observar cómo tú haces todo”.

Palabra de Dios para ti
Y todo Judá estaba en pie delante de Jehová, con sus niños y sus mujeres y sus hijos.Y estaba allí Jahaziel hijo de Zacarías, hijo de Benaía, hijo de Jeiel, hijo de Matanías, levita de los hijos de Asaf, sobre el cual vino el Espíritu de Jehová en medio de la reunión; y dijo: Oíd, Judá todo, y vosotros moradores de Jerusalén, y tú, rey Josafat. Jehová os dice así: No temáis ni os amedrentéis delante de esta multitud tan grande, porque no es vuestra la guerra, sino de Dios. 2 Crónicas 20:13-15

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