jueves, 18 de agosto de 2016

Paganos

Desafortunadamente, los cristianos vivimos en medio de un mundo pagano. Y me voy a detener aquí por un breve momento, para definir esta palabra para que logren un mejor entendimiento de lo que les digo. “Pagano”: Se dice de los idólatras y politeístas (creen que existen numerosos dioses), especialmente de los antiguos griegos y romanos [1]. Digo que vivimos en medio de un mundo pagano, porque la mayoría de la humanidad escoge creer en cualquier cosa, menos en el Dios verdadero.
Permítanme exponerles algunos ejemplos para que podamos determinar si lo que les digo tiene sentido. En la cultura hispana, la mayoría de las personas creen, o si no creen, temen o respetan la santería, brujería, hechicería, etc. Y es exactamente por esta razón que no es inusual encontrar como dentro de la comunidad latina existen personas, de todas clases y países, que le rinden culto a estatuas, piedras, piezas de metales forjados, usan amuletos, y tantísimas muchas otras cosas. También existen muchos que ofrecen sacrificios de sangre a sus santos o dioses, y le rinden ritos ocultos. Pero esto no se detiene en el mundo latino.
En la cultura y/o sociedad anglosajón, tampoco no es inusual encontrar como personas de todas clases creen, o si no creen, temen y respetan el ocultismo. Y es exactamente por esta razón que existen tantas personas que practican la religión Wicca. Para aquellos que no han escuchado esta palabra antes, les daré una brevísima descripción de esta religión. La religión Wicca es una religión predomínate occidental, y los practicantes y/o creyentes adoran a la naturaleza (madre naturaleza; ¿han escuchado ese término antes?), y practican la brujería (unos le llaman magia blanca, otros magia negra). Esta religión se basa en tradiciones pre-cristianas de Europa, y se extendió por Inglaterra en el período de 1950 y, subsiguientemente, cautivó seguidores en Europa y los Estados Unidos [2]. Pero esto tampoco se detiene con el pueblo anglosajón. 
Como todos sabemos, en el mundo existe un sin número de religiones y rituales. Existen miles de religiones basadas en mitos griegos, religión romana de antigüedad, que adoran y/o veneran dioses, diosas, planetas, etc.
Son por estas razones que les digo que los cristianos vivimos en medio de un mundo pagano. Estamos en medio de personas que escogen creer y adorar objetos inánimes, cosas inventadas y hechas por el hombre, en vez de creer y adorar al todopoderoso. Cuando meditamos bien en el asunto, no es difícil discernir que los cristianos somos una minoría, y esto en ocasiones puede debilitarnos. ¿Cómo podemos subsistir en medio de tanta maldad? Este será el tema de la predicación de hoy. 
1 Corintios 1:5-7 - porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en él, en toda palabra y en toda ciencia; 6así como el testimonio acerca de Cristo ha sido confirmado en vosotros, 7de tal manera que nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo.
Como siempre digo, para lograr un mejor entendimiento de la predicación de hoy, será necesario que hagamos un breve repaso de historia. En el tiempo de Pablo, Corintio era la ciudad más importante de Grecia. Corintio era un centro de comercio mundial, de religión idolatra, y de cultura degradada.
La ciudad contaba con una población de alrededor de 700, 000 personas, y estaba cundida de templos y sagrarios, pero el más destacado de todos era en templo de Afroditas (diosa griega del amor, la belleza, el placer y la procreación), el cual estaba situado en una colina de alrededor de 1,800 pies de altura, y los devotos de la diosa usaban libremente las prostitutas dedicadas al templo. Corintio fue una ciudad cosmopolita y prospero en comercio, hospitalidad, vicio, y corrupción. Esta ciudad llego a ser tan notoria por el mal que se practicaba, que decirle a una persona “actuar como un corintio” se convirtió en un sinónimo corrupción y la prostitución [3].
Lo que estaba sucediendo entre los cristianos de ese entonces es que debido a la corrupción e inmoralidad que les rodeaba, muchos estaban comprometiendo su fe. En otras palabras, estaba destruyendo su testimonio. Dile a la persona que tienes a tu lado: el pecado es contagioso. Esto es una gran realidad, el pecado puede ser algo extremadamente contagioso, y había infectado a los cristianos en Corintio. Fue por ese que Pablo les escribió esta epístola, en la que él les insta a que corrijan sus acciones y actitudes, y desarrollen un espíritu de unidad entre ellos. ¿Por qué les he dicho todas estas cosas?
Les he presentado estos breves detalles porque a través de ellos, podemos apreciar que aunque esta epístola fue escrita alrededor del 56 d.C, en realidad la humanidad no ha cambiado mucho. La realidad es que el mundo de hoy se encuentra en una condición muy similar a la condición de Corintio en ese entonces. La mayoría de la humanidad ha escogido completamente ignorar a Dios y su palabra, y desdichadamente, al igual que en el tiempo de Corintio, esto es algo que se aplica a un buen número de cristianos hoy en día. Y es por eso que al igual que al pueblo de ese entonces, la palabra de Dios nos llama a: “…Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que estéis reprobados?..” (2 Corintios 13:5). Manteniendo estos breves detalles en mente, continuemos con el estudio bíblico de hoy y encontremos la respuesta a nuestra pregunta inicial.
Los versículos del estudio bíblico de hoy nos contestan claramente nuestra pregunta inicial. Examinemos ahora estos versículos detalladamente, para determinar cómo podemos subsistir en medio de tanta maldad. En estos versículos Pablo les dijo a ellos, y sus palabras nos hablan a nosotros diciéndonos: “…porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en él, en toda palabra y en toda ciencia…” Detengámonos aquí por un breve momento y examinemos más de cerca de la palabra “enriquecidos”. Deseo que examinemos esta palabra más de cerca porque de la riqueza mencionada aquí no es lo material. La riqueza de la que Pablo habla es la riqueza espiritual. La razón por la que digo esto es porque “enriquecidos” usada aquí es la traducción de la palabra griega “ploutizō” (pronunciada plu-tít-só), que también se define como: “de las riquezas espirituales” [4]. Y como he predicado en numerosas ocasiones, las riquezas espirituales superan en todo sentido de la palabra las riquezas materiales. ¿Por qué digo esto?
La riqueza espiritual supera toda riqueza material porque la riqueza material nos permite comprar el placer, pero no podemos comprar el amor. La riqueza material nos permite comprar un espectáculo, pero no la alegría. La riqueza material nos permite comprar tranquilizantes, pero no la paz. Pero cuando la riqueza espiritual abunda en nuestra vida, entonces tenemos convicción de que: “… el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo….” (Romanos 14:17). ¿Cómo podemos subsistir en medio un mundo lleno de maldad? Podemos subsistir y triunfar con simplemente recordar: “…en todas las cosas fuisteis enriquecidos en él, en toda palabra y en toda ciencia…” Es decir, siempre recordando que la riqueza nos permite comprar un crucifijo, pero no un salvador. La riqueza material nos permite comprar un sin número de cosas en la tierra, pero no nos permite comprar el cielo.
Continuando leemos: “…así como el testimonio acerca de Cristo ha sido confirmado en vosotros, 7de tal manera que nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo…” ¿Cómo podemos subsistir y triunfar en un mundo pagano? Podemos subsistir y triunfar cuando nos apartamos de la maldad, y confiamos completamente en que “…nada os falta en ningún don…” Como les dije, desdichadamente los cristianos vivimos en un mundo pagano. Pero que estemos rodeados de maldad no quiere decir, ni implica que estamos derrotados. A pesar de que nos encontramos rodeados de maldad, todo cristiano fiel tiene tres grandes ventajas. Todo cristiano fiel tiene tres grandes ventajas que le ayudan a prosperar y a derrotar la maldad que le rodea. ¿Qué ventajas tenemos? 
La primera ventaja, y la más importante de todas es que el Espíritu Santo mora en nosotros [5]. Y cuando permitimos que el Espíritu Santo guie nuestra manera de pensar, y ser [6], entonces no existe batalla que no podamos vencer. Cuando escuchamos la voz del Espíritu Santo, entonces es exactamente como encontramos en Romanos 8:37 cuando leemos: “…Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó..." Dile a la persona que tienes a tu lado: podemos vencer. Pero el hecho de que el Espíritu Santo nos guía a la victoria es algo que con frecuencia se nos olvida. Y esto nos conduce a que no aprovechemos la ventaja que Dios nos ha entregado, sino que nos encerramos en nuestra propias prisiones de dolor, sufrimiento, y depresión. En otras palabras, le abrimos la puerta de nuestra vida al diablo, y esto es algo que no podemos hacer. Despierta al que tienes a tu lado y dile: escucha al Espíritu Santo.
La segunda ventaja que todo cristiano fiel posee es que el Espíritu Santo nos da el coraje y fortaleza para enfrentar y derrotar todo ataque. ¿Cómo podemos hacer esto? Lo podemos hacer siempre recordando que “…Todo lo puedo en Cristo que me fortalece…” (FIlipenses 4:13). La palabra de Dios nos dice "todo". Despierta al que tienes a tu lado y dile, ¡TODO! Hermanos, no existe ataque del enemigo que no podamos vencer, y no existe circunstancia que no podamos conquistar. Los cristianos batallamos en contra de poderes sobrenaturales, lo que significa que no podemos vencerlos con nuestra fuerza humana, y es por eso que Dios nos ha entregado Su poder. En Lucas 10:19 encontramos que se nos dice: “…He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará….” Y este es el poder que todo cristiano fiel recibe. El poder de Dios que es sobrenatural y que no solo nos ayuda a vencer las batallas, sino que derrota toda fortaleza.
Cuando perseveramos en mantenernos fiel a Dios, Él promete entregarnos la victoria [7]. Pero la victoria solo será entregada a aquellos que estén atentos a Su voz [8]. Esto es algo que les debe sonar conocido a todos, ya que en mis últimas predicaciones he venido haciendo énfasis en la importancia de escuchar la voz de Dios. Dile a la persona que tienes a tu lado: prestemos atención.
La tercera ventaja que todo cristiano fiel posee, es que el Espíritu Santo nos insta a orar. ¿Por qué digo esto? Lo digo porque cuando Jesús subió a orar en el monte de Getsemaní, poco antes de ser entregado en manos de los judíos y romanos, vemos que Él dijo: “…Orad que no entréis en tentación…” [9]. Y deseo que notemos que el Señor hizo esta petición con un gran propósito. El Señor sabía muy bien que ellos eran débiles, y que serian tentados; y el Señor sabe muy bien que no es fácil vivir en este mundo pagano. Las presiones culturales y sociales son fuertes, y en ocasiones nos conducen a actuar de manera que desagrada a Dios. Y es exactamente por eso que no es difícil encontrar como existen numerosos cristianos que participan en conversaciones, y/o se dejan guiar por adivinos, horóscopos, santeros, curanderos, y tantas otras cosas que bien saben que son abominación [10]. ¿Por qué existen tantos que aun participan de estas cosas? La razón principal por la que muchos participan de estas cosas, es porque el pueblo de Dios sufre por falta de oración. Toca a la persona que tienes a tu lado y dile: hay que orar.
La razón por la que el espíritu Santo nos guía a la oración, es porque la oración es la única arma que podemos usar para derrotar la oposición. La realidad es que la oración trae sanidad de nuestro espíritu, y en ocasiones de nuestro cuerpo. La realidad es que la oración produce fortaleza de nuestro ánimo, nos da esperanza, y nos libera de angustias [11]. Como les dije hace un breve momento, la oración es nuestra arma, y es el arma más poderosa que existe. La oración es la única arma que podemos usar para derrotar los ataques del enemigo. La palabra de Dios nos dice: “…Orad sin cesar…” (1 Tesalonicenses 5:17), ¿creen que se nos ha llamado a esto por coincidencia? Claro que no. Estamos llamados a orar para que podemos siempre vencer los ataques del enemigo.

Para concluir. El paganismo en Corinto estaba influenciando y desviando a los cristianos. Es decir, la presión cultural y social estaba conduciendo a que muchos se alejaran de la verdad de Dios. Y esto es algo que el Pablo dejo bien documentado cuando dijo: “…Más bien os escribí que no os juntéis con ninguno que, llamándose hermano, fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón; con el tal ni aun comáis. 12 Porque ¿qué razón tendría yo para juzgar a los que están fuera? ¿No juzgáis vosotros a los que están dentro? 13Porque a los que están fuera, Dios juzgará. Quitad, pues, a ese perverso de entre vosotros…” (1 Corintios 5:11-13).
Las presiones culturales y sociales pueden llegar a desviarnos del camino en que nos encontramos, y es por esa razón que el Señor nos declara: “…Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; 14porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan…” (Mateo 7:13-14).
A pesar de que vivimos en un mundo pagano, siempre tenemos que recordar que con su muerte en la cruz, Cristo nos ha entregado la victoria. Pero esta victoria solo es entregada a aquellos que perseveran y se mantienen fiel hasta el fin [12].
¿Cómo podemos subsistir en medio de tanta maldad? Podemos no solamente subsistir en medio de tanta maldad, sino también vencer cuando nos apartamos del mundo, y nos entregamos completamente a Dios.

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