jueves, 23 de abril de 2015

Habilidades

Las personas, por alguna razón extraña, piensan que tener riquezas es igual a tener una cantidad de dinero en el banco, que es igual a tener una casa o un auto. En realidad, la mentalidad adulterada de muchas de las personas, aun de los mismos cristianos que critican el mensaje de prosperidad, es porque lo igualan a estas cosas.
La definición de la palabra riquezas, en el texto original, significa recursos incalculables, se refiere a volumen de recursosgrandes cantidades de recursos. En el día de hoy, tienes que cambiar tu definición de lo que son riquezas, porque el recurso más grande que puedes tener en tu vida es contar con tu familia y, por buscar las riquezas en el dinero, la has perdido.
Muchos no han podido entender que, en Deuteronimio 8:18, donde dice que él nos da el poder para hacer las riquezas, lo que nos está diciendo es que nos da la habilidad de tener acceso a recursos incalculables.  Es mucha la diferencia entre poder hacer riquezas y tener acceso y habilidad para tener recursos incalculables.
Una campaña de promoción de una tarjeta de crédito pudo explicar este concepto, donde decía, por ejemplo: El vestido costo tanto, los zapatos más feos del mundo costaron tanto, que yo esté vestida para la boda de mi amiga como ella deseaba, ser dama y presenciar el momento más feliz de su vida, no tiene precio. Eso es lo que se llamamos riquezas. Hay cosas en la vida a las que no le puedes poner un precio, hay cosas en la vida a las que no le puedes calcular un valor, cosas que no puedes pagar con dinero.
El estar sano, no tiene valor. No existe dinero alguno con el que puedas comprar tu salud, no puedes calcular lo que vale un corazón que funcione, unas manos hábiles, unos pies que puedan moverse. Tienes un matrimonio que ha sobrevivido dificultades, y tú no tienes idea del valor que tiene el recurso de tener a una persona a tu lado que crea en tus sueños, el valor de tener a una persona a tu lado que te apoye en todo lo que haces. Hijo que lees esto, quizás estás concentrado pensando que aquel famoso tiene un carro así, que aquella famosa pudo hacer aquella otra cosa, pero el recurso más grande que tienes y que tal vez ellos no tienen, es unos padres que siempre están ahí creyendo por ti, creyendo en ti, que han estado entregando su vida para que tú puedas entender que hay propósito de Dios en ti. Eso no tiene precio, eso son riquezas.
Tienes que aprender y entender que la habilidad más grande que Dios ha dado a tu vida es que puedas valorizar y entender esos recursos que no se pueden medir con dinero. Las riquezas a las que Dios te ha llamado van más allá del dinero, van más allá de lo que puedas poseer, son grandes cantidades de recursos que el pone en tu  vida para bendecirte. 

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